El secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto (Córdoba, 1970) descarta que en España se produzca un ataque yihadista inminente, aunque reconoce que es imposible garantizar un 100% la seguridad. Asegura, a su vez, que las labores de investigación y colaboración de los cuerpos del Estado impiden a los islamistas radicales implantarse en el país.

- ¿Está el Estado preocupado por un ataque yihadista inminente?

-Cualquier país occidental que apueste por la libertad de conciencia y la libertad religiosa está preocupado porque sabe que es un espacio donde se puede producir un atentado yihadista. Hay riesgo potencial de que se produzca un atentado porque es imposible garantizar un 100% de seguridad, pero no hay una alarma de atentado inminente.

-¿Por qué desde el atentado de Atocha en 2004 no ha habido otro ataque yihadista en España?

-La ventaja que tenemos en España es que hemos aprendido la lección de muchos años de lucha contra ETA y de que fuimos los primeros en sufrir con ese tipo de ataques en 2004. Eso nos permitió poner en marcha una estrategia común, un pacto antiterrorista para reformar el código penal y la ley de enjuiciamiento criminal, y adaptar nuestra legislación para contar con herramientas eficaces.

-¿Tuvo que pasar un ataque de esas dimensiones para que el Estado se diera cuenta del peligro real del yihadismo?

-Es muy difícil convencer a una sociedad democrática antes de que se produzca un atentado de la necesidad de incorporar al Código Penal tipos penales desconocidos hasta ese momento como el enaltecimiento, radicalización o captación de terroristas. Ese atentado nos permitió percibir con toda claridad la magnitud de la amenaza.

- ¿Las nuevas formas de actuar de los terroristas dificultan la labor de prevención e investigación?

-Dificulta enormemente la labor de evitar el atentado. La infiltración, el control de entornos potencialmente radicales, y la colaboración entre Policía y Guardia Civil en tareas de prevención están al máximo nivel. Cuando alguien intenta crear una célula, se le detiene. En los centros penitenciarios se han establecido sistemas de radicalización que están dando buen resultado y permiten que las personas que salen de prisión no reincidan.

-¿Se debe endurecer la ley antiterrorista de España? ¿Es necesario sacrificar las libertades de expresión o de circulación para garantizar la seguridad?

-No creo que se deba endurecer. Tenemos una legislación adaptada a las circunstancias para luchar contra el terrorismo. Lo que sí creo es que se debe entender esa legislación. Los terroristas no son sirios, afganos o pakistaníes. Son ciudadanos nacionales por nacimiento o por adopción de países que están dentro del espacio Schengen, por lo que resulta imposible hacer la trazabilidad de los últimos movimientos. Se ha puesto en marcha una normativa -el refuerzo en los controles fronterizos- para dar mayor garantía. Sé que es incómodo, pero hay que entender que esa libertad que reclamamos requiere un espacio de seguridad que tenemos que garantizar con medidas de este tipo.

-Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto han roto sus relaciones con Qatar. ¿Comparte que ese país sea un nido de terroristas? ¿Se trata de un intento de Arabia Saudí, germen del wahabismo, para lavar su imagen en Occidente tras el respaldo de Donald Trump?

-Hay un componente geoestratégico difícil de interpretar fuera del mundo árabe. No creo que Qatar sea el culpable de todos los problemas y que el resto sea inocente. Lo que creo es que es importante que se produzcan movimientos de presión política exigiendo responsabilidad por colaborar con cualquier tipo de movimiento terrorista.

-¿Tras el yihadismo, la siguiente amenaza para España la constituyen los ciberataques?

-En los próximos años hay tres grandes amenazas. El terrorismo en su doble manifestación de terrorismo físico y de ciberterrorismo; el crimen organizado, que tiene que ver con el tráfico de drogas, de armas y de personas y delitos financieros; y la ciberdelincuencia. Éste es un fenómeno nuevo en un mundo nuevo. En este ámbito, el crecimiento respecto a otros delitos es exponencial.

-¿Se ha sentido manipulado judicialmente o víctima de un linchamiento por su implicación en el caso Lezo ?

-Se trató de utilizar de forma torticera una información que estaba bajo secreto de sumario y que desconocía yo mismo. El tiempo está demostrando que se intentó hacer una tormenta en un vaso de agua para inculpar a un miembro del Gobierno. Ojalá se levante pronto el secreto de sumario y todos seamos conscientes de la manipulación de esa información.

-¿Es usted consciente de ser grabado en el Ministerio?

-No tengo ninguna constancia de que eso sea así. Creo que hay una sensación, que no es buena, de que te pueden grabar o fotografiar.

-¿Deben los informes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) o de la Unidad Central Operativa (UCO) tipificar los delitos?

-El trabajo que realiza la UCO, la UDEF y todos los agentes de policía judicial es encomiable. Pero creo que a veces también hay errores. Tenemos que intentar que esa colaboración entre jueces y fiscales sea lo más idónea posible para garantizar que cada uno haga su trabajo: que los policías analicen la situación y aporten pruebas y que los fiscales y jueces califiquen los delitos.

- ¿En Cataluña se llegará al extremo de que para evitar un referéndum tengan que intervenir las fuerzas de seguridad? ¿Confía en que los Mossos d'Esquadra sean garantes del Estado de Derecho ?

-Espero que en Cataluña no haga falta ninguna actuación porque apelo a la responsabilidad y sentido común de los dirigentes catalanes. Pero estoy seguro de que si hiciera falta porque se transgrediera la ley, los Mossos d'Esquadra evitarán que se vulnere la Constitución.

- Jueces para la Democracia ha exigido el cierre de los centros de internamiento para extranjeros (CIE), ¿se garantizan los derechos y unas condiciones mínimas?

-España es el más garantista de la Unión Europea.