Es vehemente en sus explicaciones y se hace entender. Eloy de Lera, joven científico de origen vidrialés, lidera el proyecto SKA desde el laboratorio Cavendisch de la Universidad de Cambridge que tiene como objetivo construir el telescopio más grande del mundo. Su misión es saber más sobre el universo en el que vivimos y dar a conocer los conocimientos adquiridos. En esta entrevista habla del proyecto.

- Desde joven ha destacado como científico, ¿la palabra científico le asusta?

-No, me gusta la palabra científico, y ello porque representa un tipo de profesión en la que no asumimos que sabemos las respuestas, sino que las buscamos, y a mi eso me gusta mucho. Hay muchos conceptos contradictorios sobre lo que hace la ciencia, lo que es y no es. En Cambridge tenemos un par de proyectos para que la gente entienda lo que hacemos. Tenemos un observatorio astronómico en el que a los escolares les explicamos lo que hacemos, qué es el universo. Los niños, en cuanto más pequeños más curiosos y más difíciles las preguntas que hacen siempre, en cambio los adultos tienen más miedo a preguntar cosas, los niños no tienen vergüenza y hacen las preguntas más difíciles.

- ¿Un doctor en radioastronomía, en una de las mecas de la investigación en la universidad de Cambridge?

-Me doctoré en la Universidad Carlos III de Madrid, en el departamento de Física. De ahí he pasado a la Universidad de Cambridge (Inglaterra) como visitante, donde me quedé como investigador. La radioastronomía es un campo relativamente pequeño por decirlo así de la investigación. Nos conocemos todos, trabajo no nos falta. Trabajas con un equipo de investigación, gente que descuella a nivel europeo y mundial.

- ¿En qué proyecto está ahora investigando?

-El proyecto en el que trabajo es el SKA (Skare Kilomometre Array) que debe su nombre a la ocupación de un kilómetro cuadrado. Se trata de construir el radiotelescopio más grande del mundo. Es un proyecto internacional en el que participan más de 20 países en el comité de dirección. Inglaterra, la universidad de Cambridge que es la que lidera el proyecto y un equipo ingenieros y físicos desarrollando la tecnología para construir el telescopio.

- ¿Este megatelescopio tiene un calendario ya de actuación?

-Su comienzo está previsto para los años 20. En los años 2020 y 2021 se verá ya su funcionamiento ya que la construcción es inminente tanto en Australia como en Sudáfrica. Esta construcción estará dividida en dos partes, una de ellas en el desierto del Karú y otra en la zona semidesértica de Australia, ésta es en la que yo estoy más implicado.

- Dígame entonces, ¿en qué consiste este gran telescopio?

-El de Australia constará de 131.000 antenas, cada una de ellas será de 2 metros de altura, como un árbol de Navidad pequeño. Estas antenas se encuentran conectadas con fibra óptica a un centro de procesación con superordenadores que capturarán las señales del cielo, de las estrellas, de las galaxias. Esas señales tendrán que ser procesadas en esos superordenadores.

- ¿Y cuál es la misión de ese conjunto de antenas?

-La finalidad del telescopio o más bien observatorio como así lo denominamos, tratará de estudiar muchas cosas como por ejemplo estudiar cómo surgieron las primeras galaxias, cómo ocurrió que desde la nada se formaran las primeras estrellas, cómo evolucionaron hasta el universo que conocemos hoy. Esta es una de las piezas perdidas del puzzle de la historia del universo, saber cómo comenzó. Conocemos mucho acerca del universo más reciente, pero en el proceso del origen del universo hay que estudiar muchas teorías y este telescopio intentará conseguir las pruebas para demostrar que esas teorías son ciertas o no.

- La pasión con la que expone su trabajo no deja lugar a dudas y la pedagogía se muestra evidente. Parece estar acostumbrado a la docencia....

-Es cierto que estoy acostumbrado a impartir charlas y conferencias a nivel profesional a otros investigadores, así como charlas a personas interesadas en la astronomía y lo vengo haciendo por todo el mundo.

- Cuando hablaba usted de la finalidad del proyecto, ¿le quedaba en el aire alguna más significativa?

-No solo se trata de buscar el verdadero origen del universo, el proceso, sino estudios muy detallados de teorías que tienen más de 100 años como la de la relatividad de Einstein. Son cosas que se van demostrando con nuevos experimentos y gracias a este telescopio se conseguirán pruebas detalladas como por ejemplo los agujeros negros. Cosas que resultan misteriosas, que se entienden con dificultad, la señal es tan débil que se necesitan telescopios muy grandes. Así que es lo que necesitamos hacer y construir un telescopio muy grande y que sea capaz de detectar las señales que vienen desde muy lejos.

- Todo esto suena a un concepto nuevo, a la tecnología...

-Bueno... (se ríe), uno de los conceptos muy de moda que está relacionado con lo que hacemos es el by date, que son los grandes datos, traducido literalmente al español. Esto viene a relacionarse a que se necesitan superordenadores con una capacidad de procesado que no existe a día de hoy para poder analizar la cantidad de datos que podemos captar con estas antenas. El problema es cómo se estudian todas esas señales que se reciben. Este es uno de los grandes retos del telescopio, cómo poder procesar toda esa infinidad de datos.