Retirada temporalmente de su monasterio alsaciano para vivir con los animales en una cabaña de los bosques franceses que colindan con Alemania y Suiza, Kankyo Tannier, monja budista, apasionada de Internet y escritora por conciencia social, vive el aquí y el ahora, despreocupada del futuro, una fuente generadora de ansiedad. "La intoxicación de la Red nos impide concentrarnos en nosotros mismos", advierte sin embargo esta religiosa 2.0, que defiende la hipnosis como terapia para modificar los malos pensamientos. En La magia del silencio (Planeta), Tannier da las recetas para conseguir el autocontrol de la mente y el cuerpo.

-¿Por qué decidió usted abandonar un monasterio zen de Alsacia para ir a vivir sola a una cabaña de un bosque cercano rodeada de animales y plantas?

-Decidí aislarme porque necesitaba tiempo para escribir sobre las experiencias que he vivido durante los últimos años y compartirlas con los demás.

-Quizá esas experiencias la llevaron a alguna conclusión importante.

-La principal es que he descubierto que el ser humano no es solo un cráneo que piensa. Hay un universo mucho más amplio que influye en nuestros pensamientos y en nuestro cuerpo.

-¿Cuál es su misión en la vida, Kankyo?

-Compartir las claves que hacen la vida más feliz.

-Desvéleme esas claves, por favor.

-Hay que volver al cuerpo, al aquí y al ahora.

-¿Cómo se consigue eso?

-Con la meditación para mejorar la estructura cerebral y reducir el estrés. Se trata de apostar por la conciencia plena.

-¿Qué aporta el budismo al trepidante mundo de hoy?

-Entender que podemos liberarnos de ese ritmo frenético al que estamos sometidos. Tenemos que pararnos para tomar conciencia de dónde estamos y con quiénes estamos. El budismo te permite vivir el instante presente.

-¿Es el budismo una religión?

-Yo soy una monja muy moderna. Creo que el mundo necesita de la espiritualidad que aportan las religiones. Las personas laicas olvidan con facilidad la importancia de la trascendencia y de las energías que nos rodean. El budismo es una religión pero prefiero pensar que es una filosofía basada en la espiritualidad.

-¿Cómo me ayudará el silencio en medio del ruido ensordecedor que nos rodea?

-El silencio te pone los pies en la tierra al devolverte al presente y frenar ese deseo insano que nos provoca la querencia de vivir permanentemente en el futuro. Hay que aprender a oír de nuevo, a disfrutar del gusto de un instante, del sabor de un plato o del calor del fuego. Guardar silencio permite integrarse en un tiempo más lento frente a la agitación reinante.

-Recéteme cómo aplicar una cura de silencio.

-Para empezar tenemos que aceptar nuestras limitaciones y decidir cuánto tiempo queremos ejercitar ese silencio. Recomiendo encerrarse una semana, llevar a ese encierro alimentos sabrosos que sirvan de recompensa y lecturas que te abran la mente. Es importante avisar a tus allegados de que has decidió pasar unos días en silencio aunque recibas algunas críticas o burlas. El silencio te reducirá el estrés y la ansiedad si lo haces de forma consciente.

-Hay quien sin embargo sentirá más ansiedad si apaga el móvil.

-Pero hay que hacerlo de vez en cuando para recuperar la libertad. Una vez desconectado el teléfono móvil hay que sentarse, respirar y observar lo que hay alrededor. Este simple hecho es muy relajante.

-Hábleme de las virtudes de una buena respiración.

-La respiración es fundamental para conocer tu cuerpo y tranquilizarte.

-¿Cómo se aprende a respirar correctamente?

-Hay que dejar de centrar la respiración en la zona torácica y llevarla a la abdominal para respirar de una manera lenta y pausada. Es la forma de aliviar los síntomas de ansiedad y de fortalecer nuestro autocontrol tanto de la mente como del cuerpo.

-¿Debe ser nuestra meta concentrarnos en vivir el presente?

-Desde luego, ¿qué otra cosa hay más que el presente? Vivir en el futuro provoca ansiedad.

-Pero usted se autodefine como monja zen 2.0. ¿Cómo vive ese contraste de sus vivencias en soledad con el permanente incendio de Internet?

-Con conciencia. Guardar silencio no es únicamente estar callado sino que es también esperar antes de contestar un correo desagradable, dejar pasar la noche antes de hacerlo y respirar hondo. Estamos demasiado predispuestos a la intoxicación de Internet que no es más que una distracción que nos impide centrarnos en nosotros mismos.

-¿En qué consiste su función de hipnoterapeuta?

-Recibo a pacientes que han pasado dificultades en su vida y a través de la hipnosis modifico los pensamientos que les atormentan.

-¿Cómo puedo enfrentarme a esas carencias que me conducen al sufrimiento?

-Lo primero que hay que aceptar es que tenemos carencias y no esperar vivir en un mundo de felicidad permanente. El sufrimiento es parte de la vida y tenemos que dejar que nos atraviese. Las emociones no duran siempre. Si las aceptamos y las dejamos pasar tomando distancia y en silencio duran entre diez y sesenta segundos.

-¿Pueden ser unas emociones mal gestionadas la causa de una eczema, de una hipertensión o de una úlcera de estómago?

-Por supuesto. Cuando no aceptamos una emoción, el cuerpo se tensa y esas pequeñas tensiones repetidas durante semanas y meses pasan factura porque aceleran la respiración.

-No es tan fácil controlar las emociones.

-La meditación es la receta mágica para aprender a gestionar nuestras emociones y conseguir nuestros objetivos.

-Hábleme de la programación neurolinguística que usted aplica.

-Identifico imágenes, voces o emociones que perturban a la gente para después usar modelos de pensamiento que influyan en el comportamiento de la persona para mejorar su vida.