El ensayo histórico Imperofobia y leyenda negra (Siruela, 2016) de Elvira Roca llega a la 18ª edición en poco más de un año y se ha convertido en uno de las obras más vendidas en España en los últimos años.

-¿Por qué nace la leyenda negra?

-La leyenda negra es un fenómeno que tiene toda la lógica si uno lo mira con frialdad. Todo lo que destaca, sea una nación o una persona, genera una reacción casi inmediata de admiración y envidia a partes iguales. Lo comparo con el antiamericanismo para que se conozca muy bien cómo es el estado emocional: todos nos sentimos justi?cados para criticar a Estados Unidos sin misericordia. Esa es la posición que tuvo España en un momento determinado de la Historia. Si a eso le sumas que, como también los Estados Unidos, España chocó con una serie de poderes pequeños y locales que se sintieron en peligro frente a ese imperio, es completamente lógico que esos poderes recurran a la única herramienta que pueden, la propaganda, porque no pueden derrotarlo en lo militar, en lo económico ni en lo cultural ya que en ese momento España es una potencia hegemónica.

-Pero el imperio ya pasó...

-Y se ha consolidado en la opinión pública europea toda una visión de España que está vinculada a ese proceso histórico, y que ya no es entendida como propaganda o deformación sino como la pura realidad.

-¿Por qué Europa acepta esta colección de tópicos y exageraciones de siglos pasados?

-¿Cómo vas a despojar de la Historia de Holanda la hispanofobia?, tendrías que escribir una Historia de Holanda diferente para poderlo entender. Y si a los ingleses le quitas ese pilar en torno al que ha girado su autoestima nacional desde el siglo XVI tendrás que escribir también otra Historia.

-Luego la leyenda negra sigue muy viva.

-Claro que sigue viva, porque dibujó una versión de la realidad, que se ha perpetuado, por ejemplo, a través de los libros de texto.

-¿Hay algo de cierto en ella?

-Tú coges una realidad relativamente pequeña, la tuerces, la magni?cas y la conviertes en una enormidad. En este sentido, en la obra destaca que la Inquisición Española, en toda su trayectoria, condenó a muerte a unas 1.300 personas. Todos hemos pensado que la inquisición era una especie de inmenso monstruo que vivía en España y que a través de los siglos destrozó y acabó con la vida de cientos de miles de personas. La inquisición no es mentira que existiera, ahora, tienes que dimensionarla, colocarla en su justo término y ver lo que era en su contexto. Desde luego que es una manifestación de intolerancia religiosa, pero es que intolerancia religiosa era lo que había en el continente desde Gibraltar a la Península escandinava. Todo el mundo era intolerante.

-En el libro reparte estopa entre los más conocidos hispanistas - Pérez, Elliot, Kamen... - por apuntarse en muchos de sus trabajos a la leyenda negra.

-Supongo que es una inercia de pensamiento, no creo que sea por ninguna maldad. Tiene también toda la lógica si uno se detiene a analizarla. John elliot, por ejemplo, no puede salirse del cuadro mental según el cual, el imperio español y el imperio inglés han tenido una vida en paralelo, con sus correspondientes colisiones, y ?nalmente termina venciendo el imperio inglés y siendo derrotado el español, cuando ese es un planteamiento absolutamente descabellado.

-¿Por qué?

-Porque mientras hubo imperio español no hubo imperio inglés. Inglaterra era un poder periférico, pequeño, que se sostenía con muchísima di?cultad a todos los niveles y que no fue capaz de consolidar ninguna expansión territorial y tiene que esperar, muy avanzado el siglo XIX, para que se produzca esa gran expansión colonial, que dura muy poco. En 1700, el imperio español de América tiene una población censada que sobrepasa los ocho millones de habitantes y las 13 colonias, que los ingleses han conseguido medio estabilizar en la América del Norte no llegan a los 200.000 habitantes. Entonces, cualquier intento de establecer un paralelismo entre estas dos realidades es negar la evidencia de que a un lado sí hay un gran imperio y en el otro, el intento de a?anzar una expansión territorial que termina fracasando muy rápidamente.

-¿Por qué, pese a sus muchas conquistas, Inglaterra no dio lugar a una leyenda antibritánica?

-Porque nunca ha tenido una colisión con poderes hegemónicos en la Europa occidental. Además, para consolidar una leyenda negra tenía que haberse consolidado como tal imperio y no le dio tiempo. Fue una vida muy efímera.

-¿Y las acusaciones de genocidio en la conquista de América?

-Una de las razones por la que la leyenda negra se perpetúa es porque es muy confortable para determinados sectores de pensamiento. Si uno justi?ca lo que va mal echándole la culpa a alguien con una tradición muy larga de tener la culpa de todo, uno no tiene que explicarse, por ejemplo, por qué hay esa violencia tan bestial en México o la dificultad que han tenido las repúblicas hispanas para construir estados razonablemente sólidos. Declararse víctima es muy socorrido y un aliviadero colosal. Si no revertimos este proceso en el mundo de habla hispana, seguiremos en el furgón de cola de la Historia.

-¿Es casualidad que Puigdemont eligiese Bélgica, una de las cunas de la hispanofobia?

-No se ha ido a Italia o a Irlanda. Se ha ido a donde él piensa que va a tener apoyo. Y es notable el apoyo de la ultraderecha flamenca.