El jienense Santiago López Ortega es el promotor principal de una iniciativa que ya cuenta en la plataforma reivindicativa Change.org con 130.000 firmas. Se pide que el IVA recaudado por el Estado por la venta de alimentos donados repercuta en las ONG que se dedican a este sector del reparto solidario.

-Revertir el IVA en los productos donados para los bancos de alimentos. No sé si gustará mucho al ministro de Hacienda...

-No queremos suprimir el IVA, algo que sería algo muy difícil teniendo en cuenta que se trata de un impuesto europeo. Pero creemos que si los ciudadanos hacen el esfuerzo de solidaridad, el Gobierno también tiene que colaborar.

-Y eso, ¿a cuánto asciende?

-Los datos son sencillos. Tomemos el ejemplo de la última Gran Recogida Anual del Banco de Alimentos, la que se hizo en la primera semana de diciembre. En toda España se donaron más de 21 millones de kilos de comida. Se calcula un coste medio de algo menos de dos euros por kilo, y un IVA medio en torno al 7,5%. El IVA liberado permitiría sumar 1,6 millones de kilos a la cesta solidaria.

-¿Hasta dónde quieren llegar con la recogida de firmas?

-Para empezar hasta las 150.000 firmas. Pero esto es una carrera de fondo que hay que correr sin prisas pero sin pausas. La idea es enviar un escrito explicativo a los 98 diputados que forman parte en el Congreso de las comisiones de Hacienda y Servicios Sociales. Pedimos que la Administración se sume a la solidaridad.

-España se vuelca con los bancos de alimentos.

-Es verdad. Hay una sensibilización enorme pero en general el país responde. Y responde en todo, desde el reparto de alimentos a la donación de órganos. Los datos de la Federación Española de Bancos de Alimentos son de los primeros de toda Europa.

-¿Cómo habilitar una fórmula que evite picarescas?

-Se sabe el número de kilos que se donan al cabo del año, no solo en esa recogida anual nacional cerca de las Navidades. No se trata de que un cliente llegue a la cajera y le diga: quíteme el IVA de tal y tal producto porque esto lo voy a donar. Eso sería absurdo, pero la Administración sabe lo que ingresa por esos productos que los bancos de alimentos justifican haber recogido y haber repartido.

-No solo hablamos del Banco de Alimentos...

-Claro que no. Hay otras organizaciones no gubernamentales con programas de lucha contra el hambre.

- Asegura que reinvertir el IVA en comida supondría más de millón y medio de kilos extra para las familias que más lo necesitan.

-Exacto. Y donar 1,6 millones de kilos más de los que se han repartido podría haber cubierto durante todo un año las necesidades básicas de cerca de 20.000 personas. Es una buenísima razón para tratar de mejorar el sistema.

-¿Hablaron con los políticos?

-Hemos mantenido los primeros contactos con asociaciones y partidos. Partimos de la base de que esto se logrará si hay un poco de voluntad política y yo soy optimista. Ya está aprobada en el Congreso una proposición no de ley que pedía que se exima del IVA a las empresas que donen alimentos. Pues lo mismo estamos pidiendo para esos alimentos que no parten de la solidaridad de las grandes empresas o marcas comerciales, sino de la de los ciudadanos de a pie. No se pide ningún beneficio para esos ciudadanos solidarios, sino que su esfuerzo, complementario con el de la Administración, sea mucho más eficaz y sirva a muchas más personas.

-¿Cómo se metió en esto?

-Estoy jubilado, tengo tiempo y creo que puedo aportar cosas en beneficio general. Junto a otras personas he puesto en marcha la Asociación Nacional de Alimentos Solidarios y, junto a mi mujer, María, participamos como voluntarios en campañas de recogida de alimentos.