La periodista y escritora Nuria Varela está convencida de que la lucha feminista conseguirá la igualdad porque el feminismo da herramientas para ver la desigualdad que otros esconden. Y así lo muestra en su libro Feminismo para principiantes.

-¿Qué es lo primero que hay que saber sobre feminismo?

-Que es una teoría política de tres siglos y sigue siendo una gran desconocida. Está lleno de tópicos que no son ciertos. Plantea una sociedad más justa, equilibrada, libre de violencia y sostenible. Eso encuentra muchas resistencias.

-¿Hay confusión incluso entre quienes son feministas?

-El discurso feminista está silenciado en la escuela, en la universidad y en los medios.Tenemos un gran déficit de presencia de mujeres y del discurso feminista. Hay confusión y desconocimiento porque el feminismo tienes que ir a buscarlo, no te lo encuentras.

-¿Hay simulacro de feminismo?

-Hay mucho desconocimiento. Por ejemplo lo que denominamos el velo de la igualdad. Dice que ya estamos en situación de igualdad pero hoy no hay ni un indicador en este país que nos hable de igualdad. Son discursos poco reflexionados.

-¿Creer que ya tenemos la igualdad es un riesgo?

-Tenemos problemas serios. Unas magnitudes de violencia en aumento, sobre todo entre la gente más joven. El segundo es la feminización de la pobreza, cómo las mujeres nos hemos precarizado en los últimos años. Y el otro problema grave es la crisis de cuidados. Un modelo que sigue cargando la mayor parte del peso del trabajo doméstico y de cuidados, gratuito e invisibilizado, sobre las mujeres. El 83% de ese trabajo aún se hace a costa de la salud, del esfuerzo, del dinero y de las carreras profesionales de las mujeres. Y cargando en las mujeres mayores, las abuelas, y en las más pobres. Son problemas que hay que solucionar con urgencia.

-¿La crisis ha sido la excusa para que muchas mujeres volvieran a casa?

-Ha sido la excusa para recortar los presupuestos en igualdad y en lucha contra la violencia de género y para expulsar a las mujeres del mercado laboral y cargarlas con esos cuidados. Parte de los recortes no hubiesen sido posibles sin las mujeres. No puedes cerrar un comedor escolar si no hay alguien en casa que da de comer a los niños. No puedes mandar a casa a una persona que acaba de ser operada si no hay alguien que la cuida.

-¿De quién depende que eso se recupere?

-Una parte de la exigencia social, que ha cumplido con creces, con las movilizaciones del 8 de marzo. Pero sobre todo de la voluntad política. La sociedad pidió un pacto de Estado contra la violencia de género, pero no ha habido voluntad política para ponerlo en marcha.

-¿Decir que es una moda es una manera de minimizarlo?

--Es una estrategia habitual. Se critica, se insulta y se minimiza. Es mucho más fácil decir que es una moda que pararte a estudiarlo y ver por qué hay una movilización tan rotunda, que no se improvisa y tiene muchas razones.

-Seguimos escuchando adjetivos como feminazi entre otros muchos tópicos.

-El machismo no tiene capacidad discursiva para justificar sus actos y por eso esta tan violento. A ver cómo alguien argumenta hoy de una forma sensata que en la sociedad del siglo XXI los hombres tienen privilegios sobre las mujeres y la desigualdad es la forma habitual de relacionarnos. Su única estrategia es el insulto, la tontería, minimizar, el chiste...

- ¿El amor romántico nos ha hecho daño?

-Y nos lo sigue haciendo. La mayor parte de los discursos dirigidos a la gente más joven, sobre todo a la adolescencia, están alimentados por los mitos del amor romántico. Y son muy dañinos. Son peligrosos porque nos hablan de relaciones desiguales. Ahora usamos el pensamiento racional para todo salvo para nuestras relaciones sentimentales. Ahí se nos sigue educando en el pensamiento mágico.

- ¿Cuáles son los mitos del amor romántico?

-El de la media naranja, que te dice hay una persona en el mundo para ti. ¿Y si cuando crees que la has encontrado no te trata bien? ¿Cómo la dejas? No se rompen tan fácil las relaciones cuando crees que es tu amor verdadero.

- ¿Hay más?

-El mito de la omnipotencia del amor. Ése es aún más peligroso y se repite todos los días en la publicidad. Este mito dice que el amor lo puede todo. ¿Eso qué significa? Pues que lo puedes dejar todo por amor. Toda tu vida. Esos mitos son dañinos y el caldo de cultivo de la violencia de género.

- Nos están matando. ¿Qué hacemos?

-La solución pasa por cumplir las leyes y por la prevención. Lo importante es que las mujeres no lleguen a esa situación y la prevención pasa por la educación de los hombres. Se ha triplicado el número de menores de 14 a 17 años detenidos por violencia de género en los últimos diez años.

- Incluso con estos datos hay quien cree que exageramos.

-Ahí tienen mucha culpa los medios. Los relatos sobre la violencia son incompletos. Para ellos solo existe violencia cuando hay asesinato y no es solo eso. Se focaliza en las víctimas, parece que no hay agresores. Y no hay forma de que se explique el móvil del crimen, entre comillas. El motivo por el que se produce la violencia de género es la desigualdad, no las drogas, el alcohol, o que estén enfermos. No se habla de los agresores o se cree que son anomalía. No es así. Si no trasladamos ese relato completo es muy difícil que puedas enfrentarlo.

- ¿Podemos ser optimistas?

-En algún momento tendremos igualdad. El feminismo es una historia de éxito. Partíamos de la nada. Ahora que hemos llegado hasta aquí no vamos a quedarnos a la mitad. También es una historia de éxito porque ha mejorado todas las sociedades en las que se ha implantado. No solo la vida de las mujeres sino de la sociedad en general.

- ¿Una vez que entras en el feminismo no hay marcha atrás?

-El feminismo te da herramientas para ver lo que te han querido esconder. Te cambia la mirada. Puedes mirar hacia otro lado, hacerte la loca o disimular porque te exige valentía y no todo el mundo está en condiciones de ser valiente siempre. Pero ves. Y una vez que tienes esa mirada, es imposible perderla.