En 1995 Clara Grima empezó a dar clases e investigar en la Universidad de Sevilla, enseñando a futuros ingenieros y dando conferencias sobre su línea de investigación a otros matemáticos (a los motivados, los que las entienden). En 2010, empezó a dirigirse al gran público, a los niños y a sus padres, a los profesores de colegios e institutos y a todo el que quiera escucharla. En las divertidas sesiones divulgativas que la andaluza ofrece a alumnos y profesores, le gusta resaltar la idea de que "no hay que ser un héroe para dedicarse a las matemáticas".

- ¿Las matemáticas imponen?

-Es importante transmitir a los niños y sobre todo a las niñas que no hay que ser una heroína para dedicarse a las matemáticas. Hace un par de siglos había una primera discriminación que era el dinero (si no tenías dinero no podías dedicarte a estudiar ciencia) y una segunda discriminación entre hombres y mujeres. Las pocas que lo consiguieron sí que fueron heroínas y hay que reconocérselo, pero los niños de ahora deben ver que no hay que ser un Einstein ni sacrificarse como Marie Curie para dedicarse a la ciencia. Y que la ciencia ya no se hace a hombros de gigantes sino de montañas de enanos: los equipos son de mucha gente normal, que se esfuerza mucho, pero gente normal, no superhéroes.

- "Yo es que soy de letras".

-Me repatea oír eso. Nunca ha tenido sentido, pero ahora menos que nunca. Es una dicotomía que tenemos que eliminar. Y cuando mando un artículo de investigación en matemáticas me esfuerzo en que la comunicación esté bien hilada y bien escrita. Y todos somos de ciencias. Usamos el ordenador, llevamos un smartphone en el bolsillo... eso es ciencia. La ropa que llevas también es ciencia: mi madre me ponía un chaquetón que pesaba 20 kilos y pasaba frío; los chavales de ahora llevan polares que no pesan nada y pasan hasta calor. La moda es ciencia y matemática pura y dura, ahí están los patrones de costura. Todo es ciencia y también todos somos de letras, no podemos olvidar las humanidades: la ciencia se hace para la humanidad. Y sin ciencia no puedes hacer humanidades: mira la sociología y el uso del big data.

- En las pruebas de PISA siempre obtenemos los peores resultados en matemáticas. Y estamos en un mundo tecnológico. ¿Perdemos competitividad como país?

-En matemáticas y en comprensión lectora, una cosa va con la otra. Sí, es un peligro para el país. En España la ciencia se está dejando morir, no se está invirtiendo y además, se nos suma un problema detectado a nivel mundial de caída de interés en las carreras científico-técnicas. Se está apuntando como posible causa a la manera en que se están enseñando las matemáticas en los colegios e institutos. Y eso es un problema, porque diga lo que diga Rodrigo Rato, el progreso de un país no depende ni del ladrillo ni del turismo, sino de la ciencia y la tecnología. La bajada de vocaciones es un problema que se da a nivel mundial, pero en otros países se está tomando el problema de la actualización de la enseñanza de las matemáticas como un asunto de estado y aquí no. En Francia por ejemplo Macron ha fichado como diputado a Cédric Villani, ganador de la medalla Fields [el Nobel de las matemáticas] que ha presentado un informe con 21 medidas para mejorar la enseñanza de las matemáticas. La medida 17 dice que hay que hacer de la enseñanza y la popularización de las matemáticas una prioridad nacional. A todos nos tienen que gustar las matemáticas. Y al niño que despunta en matemáticas valorarlo y aplaudirlo como al que despunta en fútbol, en vez de tratarlo como a un freak.

- ¿Cómo actualizar la enseñanza de las matemáticas?

-Villani propone el método Singapur, que consiste en que los niños empiecen tocando y jugando con las matemáticas. Haciendo grupitos de caramelos, por ejemplo. Luego, cuando tienen el concepto claro se les enseña a escribir el símbolo y se les dice "a esto se le llama dividir". Tocar, escribir y luego abstraer. Aquí hay mucha gente que defiende este sistema, pero el problema es que es un cambio que hay que introducir en magisterio.

- ¿Tiene sentido aprender a hacer divisiones de dos cifras?

-España es el único país europeo que aún enseña a dividir con dos cifras. No sirve para nada, es como calcular la raíz cuadrada a mano. Para eso está la calculadora.

- Habrá quien responda: "Si tengo calculadora, ¿para qué necesito aprender matemáticas?"

-Ahí está la raíz del problema: las matemáticas no son hacer cuentas. Las matemáticas es razonar, pensar; coger una situación, modelarla y resolver el problema. Y si tienes para ello que hacer una cuenta, usa una máquina que hemos diseñado precisamente para eso. Es más importante enseñar a los niños a pensar y a ser críticos que a saber dividir. Y para que sean críticos y no se les pueda manipular han de saber matemáticas.