Mochilas sin libros, alumnos sin comedor, cursos sin aulas adecuadas o plantillas docentes con puestos sin cubrir. Con esta realidad se han encontrado este septiembre los escolares a la vuelta de sus vacaciones estivales.

A los habituales desajustes del inicio del año académicos se han sumado este año los cambios en la gestión educativa ordenados a última hora desde la administración autonómica. Mientras el conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, comentaba el primer día de clase de un instituto pontevedrés que éste era "el principio de curso con menos incidencias de los últimos años", padres y direcciones de centros docentes ocupaban día sí día también espacios de los medios de comunicación para denunciar los problemas con los que se veían obligados a enfrentarse.

Casi un mes después, estos colectivos se han organizado para dar más eco a sus reivindicaciones. La Confederación Gallega de APAS de Centros Públicos (Confapa) opina que la Xunta ignora a la comunidad educativa en la adopción de decisiones sobre los temas que le afectan. Por ello, ha decidido contestar a lo que consideran una "provocación" y ha convocado a todas sus asociados a una concentración pacífica mañana ante la puerta de los centros de enseñanza. ¡Ni un paso atrás!, es su lema.

"A golpe de orden, decreto u otras artimañas legales, se elimina el sistema de préstamo de libros de texto con el consecuente quebranto económico para las familia, se suprimen puestos laborales de profesores generalistas y especialistas, así como los de apoyo para alumnos con necesidades especiales, se agrupan alumnos de Infantil y Primaria y un largo etcétera", critica Confapa Galicia y añade que se han llevado a cabo todos estos cambios "sin criterios pedagógicos, sin un análisis previo de la situación e ignorando a las organizaciones que representan la comunidad educativa". Sentencian: "¡No lo vamos a tolerar!".

Un día después serán los equipos directivos de los centros de enseñanza que se han negado a asumir la sobrecarga laboral de la tramitación de las ayudas para los libros de texto los que se encontrarán en la Xefatura territoriales de la Consellería de Educación para entregar las solicitudes recogidas en sus colegios. La medida ha sido propuesta por la Xunta directiva de la Federación Galega de Directivos de Colexios de Ensino Público (Fegadicep). "Ya hemos comentado que no pretendemos meternos en el tema político", asegura el presidente de la Asociación de Equipos Directivos de A Coruña y director del Centro Público Integrado Cruz do Sar, Xosé Antonio Iglesias Calviño. Este docente explica que lo que pretenden con la medida propuesta por Fegadicep es no tener que restarle tiempo a la actividad pedagógica para dedicarlo a la administrativa. Los profesores denuncian que introducir los datos de cada una de las solicitudes de ayuda en el nuevo sistema informático les roba entre 15 y 30 minutos.

Otra de las cuestiones administrativas que la Xunta ha modificado en el presente curso escolar es el abono de las mensualidades del servicio de comedor. En vez de la domiciliación bancaria que se venía utilizando hasta ahora, los padres deberán acudir a la entidad todos los meses. Allí solicitarán y rellenarán tres formularios, pagarán la cuota que les corresponda y dejarán uno de los papeles. Con los otros dos deberán acudir al centro de enseñanza, donde cambiarán uno por los bonos que los niños tendrán que entregar en el comedor para que les permitan sentarse a la mesa. Para esta gestión, disponen de cinco días.

Además, en los últimos días han salido a la luz pública numerosos problemas en los municipios de la comarca:

. A Laracha. La ANPA O Acevo, del colegio Otero Pedrayo remitió a la Consellería 600 firmas para exigir el aumento de las plazas de comedor y para denunciar la falta de profesores. El colegio cuenta este año con una clase más de Infantil, mientras que el número de docentes es el mismo. Casi 30 familias se han quedado sin el servicio de mediodía, cuando las cuatro cocineras del colegio aseguran que pueden atender este incremento de comensales y la dirección del centro indica que hay espacio suficiente para sentarlos a la mesa. La tramitación de las becas para material escolar es otro de los quebraderos de cabeza del personal del centro. La responsable del Otero Pedrayo explica que, aunque dispone de un administrativo, resulta insuficiente para realizar todo el trabajo.

. Arteixo. El colegio Ponte dos Brozos, el más masificado de toda Galicia, ha tenido que asumir este año la matrícula de 1.500 alumnos nuevos ante el retraso en los plazos de ejecución del nuevo centro de enseñanza que se construye en el municipio y que está llamado a descongestionar el antiguo. Además, los niños de este centro continuarán un año más sin el prometido patio cubierto que reclaman desde hace años. El Ayuntamiento exige a la Xunta que "asuma sus compromisos" e inicie la obra, valorada en 60.000 euros, "cuanto antes".

. Betanzos. En el problema educativo denunciado en la villa brigantina, poco tiene que ver la Xunta. El Concello no adjudicó las obras de reforma de la escuela infantil municipal -que no está inscrita en la Rede Galega de Escolas Infantís- hasta principios del mes de agosto, por lo que las instalaciones no pudieron abrir sus puertas en la fecha fijada. Mientras tanto, el Concello puso en marcha un programa especial de campamento.

. Bergondo. En el Centro Público Integrado Cruz do Sar consideran la tramitación de las becas para material didáctico una sobrecarga laboral que no pueden asumir. La escuela ha recepcionado todas las solicitudes de ayuda y las entregará el miércoles en la Delegación territorial de la Xunta. Critican que ya han realizado gestiones que no le correspondían para agilizar la incorporación de personal docente que les ofrecieron a pocos días de que empezaran las clases.

. Cambre. Las obras de ampliación del colegio de O Graxal II, tal y como se temía, no estuvieron lista para el inicio de curso. Los 250 alumnos pendientes de la construcción del nuevo edificio han sido recolocados en el antiguo, en el que se han realizado algunas reformas. Todavía se desconoce la fecha en la que los escolares podrán disfrutar de las nuevas instalaciones. Por otra parte, 94 familias de tres centros escolares se han quedado excluidas del servicio de comedor. La única respuesta que reciben de la Xunta es que no hay más dinero. Los que sí consiguieron dar solución a su problema fueron los padres de niños con necesidades especiales que vieron como la Xunta redujo el número de personal de apoyo que necesitan sus hijos. Les costó algún corte de tráfico y denuncias a través de los medios de comunicación, pero la Consellería repuso a los especialistas de Audición e Linguaxe y Pedagoxía Terapéutica que había eliminado en los colegios Weceslao Fernández Flórez y Portofaro y en el instituto Alfonso X El Sabio.

. Carral. La falta de espacio en el único colegio de Educación Primaria y Secundaria del municipio es su problema más acuciante. Trece niños reciben clases desde hace dos años en un barracón anexo al edificio, en el área de aparcamiento. El problema no se solucionará hasta que los alumnos de Secundaria puedan trasladarse al primer instituto de Carral, comprometido para 2011. El nuevo obstáculo con el que se han encontrado este año es la sobrecarga administrativa de la tramitación de las becas para material. El centro ha decidido limitarse a recogerlas. Los padres, por su parte, han decidido buscarse su propio sistema de préstamo de libros echándose una mano entre los distintos cursos.

. Culleredo. Las Anpas de los centros públicos de Culleredo se han unido para recabar firmas para criticar la retirada del sistema de préstamo de libros, exigir la reposición de los profesores de apoyo que la Xunta ha eliminado y reclamar la ampliación del servicio de comer en el Ría do Burgo, el Isaac Díaz Pardo y el Sofía Casanova. En total, 78 familias se han quedado fuera. En el de Tarrío todavía están esperando a que finalicen las obras de reforma para poder iniciar el servicio de mediodía. "Si nos unimos todos, haremos más fuerza", sostiene la presidenta del ANPA del Ría do Burgo.

. Oleiros. En Oleiros hay problemas para todos los gustos. Faltan docentes de apoyo y especialistas en el CEIP Valle Inclán y en el Luis Seoane. El primero, además, adolece de personal administrativo para la tramitación de las subvenciones y se demanda un servicio de transporte escolar. El BNG denuncia, por otra parte, que en el instituto María Casares las aulas de 1º de la ESO están saturadas, con una media de 27 alumnos por clase.

. Sada. 25 niños de tres y cuatro años del CEIP Mosteirón estuvieron sin clase una semana hasta que se habilitó un aula de psicomotricidad. El motivo: la Xunta no terminó a tiempo las obras en su aula. En el Sada y sus Contornos los problemas llegaron a la hora de comer, ya que el convenio que regía el servicio caducó el 10 de septiembre sin que la Consellería convocara al centro y al Concello para renovarlo. Por último, en el CEIP Barrié de la Maza más de 20 alumnos con necesidades especiales se quedaron sin los dos especialistas en Audición y Linguaxe con los que contaba.