Tras la noticia de la desarticulación de una red de prostitución dirigida por una matrimonio residente en Abegondo, los vecinos hacían ayer sus conjeturas para tratar de averiguar de quiénes se trataban.

A los habitantes de O Penedo no se les podía pasar por la cabeza que se tratara del matrimonio con una hija que se instaló hace cinco años en la casa unifamiliar ubicada en el número 14. Se trata de Miguel Ángel Rodríguez Parga, de 41 años y natural de la ciudad de A Coruña, y su esposa, Maira Mirquella Castellano Ramón, de 39 años y de nacionalidad dominicana.

Poco paraban en los establecimientos del municipio, pero los residentes en la zona coinciden en calificarnos como una pareja "amable y agradable", que no llamaban la atención: "Unos vecinos de lo más normales". Ella cuidaba de la hija en común y de la casa -que dispone de varias construcciones, un pequeño invernadero y un corral con gallinas-, mientras él se trasladaba a la ciudad a trabajar, aunque ningún vecino, incluso los que tuvieron una relación más estrecha con ellos, conocía su profesión.

"Mi hija se fue de viaje", respondió la madre de Maira a una vecina que acudió el sábado a preguntar por ella. Ayer, la casa estaba vacía y el único coche del que disponía el matrimonio -un turismo Kia familiar de color plateado- se encontraba aparcado en el interior de la finca, junto a una moto..

Ambos fueron detenidos por la Policía Nacional junto a otras cuatro personas, acusados de prostituir a al menos diez mujeres inmigrantes que retenían en pisos situados en la zona de Sagrada Familia y Os Mallos. Miguel Ángel Rodríguez y Maira Mirquella son supuestamente los cabecillas de la red desarticulada en la "Operación Cascabel". Administraban una peluquería y un salón de belleza situada en la Sagrada Familia que utilizaban para blanquear el dinero negro que obtenían de la explotación sexual de las mujeres. También son propietarios de otros pisos en la ciudad.