El Gobierno municipal aprobará el informe de la comisión de expertos,por lo que cambiará el nombre a 22 calles, revocará todos los nombramientos de títulos a Franco y retirará la estatua de la plaza de Millán Astray, entre otras propuestas aprobadas por unanimidad por la comisión de expertos designada por el Ayuntamiento para aplicar la ley de memoria histórica. El Concello ejecutará las recomendaciones de los especialistas excepto la de eliminar la galería de retratos de alcaldes que hay en uno de los pasillos del palacio municipal. "Tales retratos no constituyen un reconocimiento honorífico ni suponen exaltación alguna de quienes ocuparon el cargo, sino el mero reflejo de este hecho", argumenta el Ejecutivo local en el dictamen que, mañana, aprobará la comisión municipal de honores y distinciones. Esta comisión trasladará su acuerdo al pleno municipal, al que corresponde aprobar de forma definitiva esta resolución.

El Ayuntamiento mantendrá el escudo del águila que hay en la vidriera del techo de la entrada del palacio municipal porque los seis componentes de la comisión empataron en la votación sobre si debería suprimirse o no. Los historiadores partidarios de que no se retirase propusieron que se colocase una placa informativa para "observadores descuidados", ya que la consideran "una pieza incluida en un conjunto artístico".

El Concello suprimirá, tal y como acordaron los expertos, las placas de los los escudos de yugos y flechas que conservan algunos grupos de viviendas como las de María Pita, en Labañou, o las de Palavea.

En el próximo pleno, que está fijado para el mes de septiembre, el Ayuntamiento dará el visto bueno a las propuestas de la comisión, entre las que también está la revocación de los nombramientos de hijos predilectos de la ciudad a José Millán Astray, a Mariano Gómez-Zamalloa y a Juan Canalejo; e invalidar la condición de hijos adoptivos de A Coruña a doce colaboradores del régimen dictatorial, como Enrique Cánovas, Francisco Delgado, José Ibáñez y José Antonio Girón. Fermín Gutiérrez Soto y Luis Carrero Blanco también perderán las medallas de oro que les concedió la ciudad; y Juan Canalejo, la concesión del título de Concejal Honorario.

La estatua de Millán Astray, la figura de madera que hay en el salón de plenos del Ayuntamiento y que representa la visita de Franco a la ciudad en 1939 y la placa de honor de la plaza de Cánovas Lacruz serán retirados. La comisión aconseja al Concello que construya un museo para exhibir "las huellas del pasado relacionadas con la llamada memoria histórica y de la que forman parte todos los símbolos, placas y obras de arte a retirar".

Los expertos -José Alfeirán, Manuel Monge, Ana Romero, Luis Lamela; José Antonio Portero Molina y Juan José Sánchez Arévalo- justifican en su informe la supresión de los nombres de las 22 vías que llevará a cabo el Gobierno municipal. La calle Sargento Provisional y la avenida Alférez Provisional -argumentan- homenajean a militares del Ejército franquista sublevado; y la avenida y la plaza de los Caídos ensalzan a los fallecidos del Ejército de Franco. El resto de vías a las que cambiarán sus nombres están dedicadas a personajes afines al régimen dictatorial.

Los historiadores recalcan en el documento la necesidad de revocar "todos los nombramientos de títulos a Francisco Franco como máximo responsable de la tragedia española iniciada en julio de 1936". El dictador es hijo adoptivo y predilectísimo de A Coruña y alcalde honorario, además de poseer la Medalla de Oro de la ciudad.

En la galería de retratos de alcaldes del Ayuntamiento que mantendrá el Gobierno local pese a la decisión de la comisión están los cuadros de José Fuciños Gayoso y de Hernán de Barbadillo y Paúl. El primero se hizo con la Alcaldía de la ciudad el 22 de julio de 1936, relegando de su puesto al que había sido elegido como regidor coruñés por segunda vez durante la República, Alfredo Suárez Ferrín. Los sublevados lo designaron capitán de Intendencia como símbolo de ruptura municipal democrática. Le relevó Hernán de Barbadillo el 15 de febrero de 1937. El regidor cuyo cuadro cuelga en el palacio municipal es, según la comisión de expertos, uno de los ejemplos "más paradigmáticos" de la represión por medio de los consejos de guerra, ya que asesinaba "en nombre del nuevo Estado", desde su posición de fiscal jurídico militar.

Los especialistas sugieren crear un museo donde exhibir símbolos, placas y obras de arte retirados, así como la instalación de placas con la historia cronológica de las denominaciones de las calles eliminadas. Los miembros de la comisión exigen al Ayuntamiento "acelerar" la inauguración de las calles dedicadas a figuras del republicanismo que ya se hayan aprobado en plenos municipales y que convoque un estreno oficial de la vía dedicada a Pepe Miñones, en la que se colocó la placa sin ninguna ceremonia. "Consideramos que la Comisión de Honores y Distinciones debería organizar un acto de homenaje público a su figura, recuperando a nivel social la dignificación que la represión franquista y el largo silencio le robaron", subrayan.

La retirada de símbolos franquistas se pospondrá hasta el mes de septiembre, que es cuando se celebrará el próximo pleno, salvo que el Gobierno local convoque una sesión extraordinaria. Después de que el informe de la comisión sea aprobado, se cambiarán los nombres de las 22 calles y se suprimirán los títulos honoríficos, estatuas y demás vestigios de la dictadura.