El joven de 30 años que vació el cargador de su pistola hacia el interior de un bar del Agra do Orzán en el que estaba su novia será juzgado dentro de quince días en la Audiencia Provincial. El Ministerio fiscal solicita que el detenido, al que considera autor de un delito de homicidio en grado de tentativa, sea condenado a 17 años de cárcel. El acusado, que está en prisión provisional por estos hechos, salió de la vivienda que compartía con la víctima en Arteixo el 11 de noviembre de 2008 con la intención de buscarla por las calles de la ciudad porque la joven había abandonado el domicilio hacía cinco días y tenía intención de romper la relación.

El imputado localizó a su novia sobre las dos de la madrugada en el establecimiento situado en la calle Pascual Veiga número 26. La víctima estaba en el interior del local, que tenía la verja bajada y la puerta de cristal cerrada, tomando una consumición y hablando con el dueño del local, su ayudante y otros cinco clientes. Al no poder acceder al bar, el procesado gritó desde la puerta a su novia, a la que le dijo que saliese porque ya le había advertido de que era de él o no era de nadie y que la iba a matar.

El detenido, al observar que su pareja seguía dentro del local, sacó una pistola y disparó nueve veces hacia el lugar donde estaba la víctima, que fue golpeada en el hombro con una esquirla de algún objeto alcanzado por los proyectiles. La mayoría de las balas impactaron contra los cristales de la puerta del bar y se desintegraron aunque una de ellas perforó una pila de discos que había en el interior. El procesado amenazó a los clientes del establecimiento, que se pusieron a cubierto, diciéndoles que él se iría "al trullo", pero que esa noche los mataría "a todos". Una vez que terminó los cartuchos, golpeó uno de los cristales del local y cuando se disponía a introducir el segundo cargador en la pistola fue arrestado por una patrulla camuflada de la policía. Los agentes que lo registraron se incautaron de 6,7 gramos de cocaína, 225 euros en billetes y dos teléfonos móviles, así como de los guantes de lana color gris que llevaba puestos.

Los funcionarios localizaron la pistola y el cargador vacío debajo de un vehículo que estaba estacionado en las inmediaciones del bar. El arma estaba "en perfecto estado de funcionamiento" y fue adquirida fuera de España. El imputado guardaba en su domicilio tres pistolas, una de ellas de balines, cannabis y un pasamontañas, entre otros objetos.

La Fiscalía considera que el procesado disparó con la intención de "causar la muerte" a su novia, por lo que lo acusa de un delito de intento de homicidio, además de un delito de amenazas graves y de dos de tenencia ilícita de armas. El fiscal exige que sea condenado a 17 años de prisión y a pagar a la joven una indemnización de 3.000 euros.