Los residentes de Novo Mesoiro han decidido dar "un pequeño margen" al Concello y a la Xunta para que decidan cómo adjudicar las viviendas de promoción pública que existen en el barrio. Los vecinos decidieron en una reunión celebrada ayer en un hotel de Matogrande dar un plazo de una semana a las administraciones para que les garanticen que ninguna familia del poblado chabolista de Penamoa será realojada en la zona.

Pedirán autorización para celebrar el viernes que viene una concentración a las nueve de la noche en la plaza de María Pita y reclamarán también permiso para una manifestación a la que todavía no han puesto fecha. Los ánimos están caldeados y aunque los residentes confían en no tener que reanudar las protestas que comenzaron en marzo del año pasado, prefieren irse preparando por si los gobiernos autonómico y local no llegan a un acuerdo.

Una representación de la asociación de vecinos se reunió ayer por la tarde con la concejal de Asuntos Sociales, Silvia Longueira, quien sostuvo que sólo la Xunta puede garantizar que ningún chabolista procedente del asentamiento de Penamoa vaya a ser realojado en Novo Mesoiro.

La edil les explicó a los residentes que el Ayuntamiento había llegado a un acuerdo con el anterior delegado provincial de la Consellería de Vivenda, Xoán Carlos Báscuas, para que la adjudicación se realizase de acuerdo a la puntuación obtenida por los aspirantes, de tal forma que "ninguna persona procedente del chabolismo fuera realojada" en este barrio. Según explicó ayer un representante de la delegación de Novo Mesoiro, con el sistema diseñado por el Ayuntamiento la mayor parte de las familias procedentes de Penamoa obtendrían un piso en Eirís.

Para Longueira, la opción de adjudicar los pisos por sorteo y sin tener en cuenta la baremación de las listas es una decisión unilateral de la Xunta del Partido Popular y de su delegado provincial, Diego Calvo. Fue él quien informó a los vecinos de que las listas de adjudicatarios de los pisos de Novo Mesoiro y Eirís realizadas por el Ayuntamiento era legales y, por lo tanto, definitivas.

La propuesta de la Xunta es que el Concello ofrezca a los vecinos de Penamoa cambiar esas viviendas por otras situadas en barrios diferentes, una medida que el Ayuntamiento rechaza. Como ya había hecho la semana pasada, Silvia Longueira pidió ayer al Gobierno autonómico que "entregue ya las viviendas". Ante la asociación de vecinos de Novo Mesoiro, la concejal de Asuntos Sociales se puso a disposición de la Consellería de Vivenda para volver al acuerdo anterior y que los pisos sean entregados a los adjudicatarios situados en los primeros puestos de las listas.

La asociación de vecinos se comprometió ayer a ponerse en contacto con Calvo para pedirle que se reúna con la edil de Asuntos Sociales para alcanzar un acuerdo.

"No estaremos satisfechos hasta que tengamos una solución, pero entendemos que hemos dado un paso adelante para conseguir un acuerdo, aunque las dos administraciones tendrán que poner su granito de arena", afirmó ayer uno de los asistentes a la reunión con Longueira.