La orden dictada por el interventor del Ayuntamiento para que las comunidades de propietarios reparen las aceras situadas ante los vados de sus garajes hace que la asociación de vecinos O Castrillón-Urbanización Soto exija la anulación de la Ordenanza Municipal sobre estos pasos, que obliga a los usuarios de los aparcamientos privados a costear los daños sufridos en el pavimento por los vehículos.

El colectivo vecinal recuerda que el artículo 13 de la normativa coruñesa -aprobada en el año 1994- sobre los vados establece que el propietario del garaje debe hacerse cargo del "mantenimiento de la instalación y las aceras en las debidas condiciones, así como de los desperfectos que se hagan en la acera".

De acuerdo con este precepto, el responsable de la Intervención en el Concello ha reclamado que los tramos de aceras en los que existan vados y que se encuentren en mal estado no sean reparados con fondos municipales, sino que sean los propietarios de cada edificio en los que se encuentran esos garajes.

La asociación de O Castrillón-Urbanización Soto considera que la ordenanza genera una discriminación, puesto que cuando el Ayuntamiento lleva a cabo el arreglo de una acera al completo no hace distinciones con el tramo comprendido por un vado, mientras que sí cuando obliga a los propietarios de un garaje a reparar los desperfectos del pavimento urbano.

Otro de los inconvenientes que pueden producirse si el Gobierno local finalmente hace cumplir el mandato del interventor es que se produzcan diferencias entre las baldosas que coloquen las comunidades de propietarios y las ya existentes en las aceras.

También alude el colectivo vecinal al problema que puede surgir en el caso de que una persona sufra un accidente a causa del mal estado de la acera situada frente a un vado, ya que si el afectado reclama al Ayuntamiento por las lesiones padecidas, la administración municipal podría hacerlo a su vez a los dueños del garaje, quienes sólo podrían responder con su seguro de responsabilidad civil hasta el límite fijado en su póliza.

La tasa municipal por el disfrute de un vado varía en cada caso de acuerdo con los metros de anchura de este paso, así como en función del número de vehículos estacionados en el garaje y la categoría concedida por el Ayuntamiento a la calle en la que se encuentra. Con este sistema, los propietarios de aparcamientos en los que se prevé un mayor tránsito de automóviles se ven obligados a abonar una tasa mayor, ya que se supone que causan un mayor desgaste de la acera, aunque con la orden dictada por Intervención esta cuestión no se tendrá en cuenta, puesto que se verán obligados a costear la reparación pese a haber pagado previamente una cantidad más elevada.