La operación urbanística proyectada en los terrenos de la Fábrica de Armas queda aplazada al haber acordado la multinacional General Dynamics -usuaria de las instalaciones- y los sindicatos posponer la construcción de una nueva factoría en la ciudad por "la indefinición en cuanto a su ubicación y financiación".

Ambas partes manifiestan en el texto suscrito el pasado jueves en Madrid que esa iniciativa -para la que el plan general de Busquets prevé una recalificación de 350.000 metros cuadrados, de los que 154.000 serían edificables- queda condicionada a "conversaciones futuras" con el Ayuntamiento coruñés, la empresa y el Ministerio de Defensa.

La futura ordenación urbanística de la ciudad establece que el 40% de las viviendas que se construirían en esa zona será de protección pública y una reserva de 20.000 metros cuadrados para equipamientos y de otros 23.000 para espacios libres.

El pacto entrará en vigor el 1 de diciembre, aunque debe ser ratificado previamente por los comités de empresa de todas las fábricas del grupo. La mayoría absoluta de la que goza UGT en la factoría coruñesa hace prever que este trámite sea superado sin dificultades en los próximos días.

Pese a la referencia del acuerdo a una supuesta inconcreción del futuro asentamiento de la nueva fábrica, el verdadero problema para abandonar las viejas instalaciones de Pedralonga es la negativa del Ministerio de Defensa a hacerse cargo de la construcción de otra factoría, cuyo coste se estima en torno a los 25 millones de euros.

La ubicación que todas las partes implicadas en el proyecto habían dado por buena es la parcela del polígono de A Grela que ocupaba el antiguo Parque de Automovilismo, donde la fábrica ocuparía 46.000 metros cuadrados.

Busquets también incluyó esta previsión en su propuesta de plan general, con el fin de facilitar la operación, pero el rechazo de Defensa -propietario de la Fábrica de Armas- a financiar un nuevo complejo ha dado al traste por el momento con este ambicioso proyecto urbanístico.

Pese a este revés, tanto la empresa como los sindicatos no excluyen la posibilidad de que pueda retomarse más adelante, puesto que entre los objetivos que pretenden conseguir mediante el denominado Plan de Transformación 2009-2012 figura la "optimización del espacio físico" en la factoría coruñesa, eufemismo tras el que se esconde el deseo de General Dynamics de trasladarse a un recinto más moderno.

Desde que en diciembre de 2008 la multinacional estadounidense presentó a los sindicatos su propuesta industrial para los próximos años, empresa y trabajadores debatieron el documento, en el que se planteaba el inicio de la actividad en una nueva factoría a mediados de 2010. La idea contaba con el respaldo de los delegados de UGT, sindicato mayoritario en la plantilla coruñesa, mientras que CCOO no la considera imprescindible para garantizar la continuidad de la fábrica y la CIG se opone frontalmente a ella al estimar que encubre una actuación especulativa sobre los terrenos.

Durante el último año, las conversaciones incluyeron a la Xunta y al Ayuntamiento, instituciones que mostraron su respaldo a un posible traslado si se garantizaba el mantenimiento de todos los puestos de trabajo actuales. Además de la parcela de A Grela, se sugirió otra del polígono de Bergondo, aunque la preferida siempre fue la situada en el municipio coruñés, que llegó a ser visitada por el presidente de General Dynamics, Nicholas Chabraja, durante una breve estancia en la ciudad.

Pese a que UGT vinculaba de forma directa la pervivencia de la fábrica y su volumen de empleo con el traslado a un nuevo emplazamiento, el acuerdo suscrito con la dirección no sólo excluye la posibilidad de un cierre o reducción de personal en A Coruña, sino que además anuncia la llegada de más carga de trabajo y la aplicación de un plan de rejuvenecimiento de la plantilla que se extenderá hasta el año 2014.

General Dynamics concreta en el pacto con los sindicatos que la factoría de Pedralonga se encargará del mantenimiento de los vehículos blindados ligeros fabricados por el grupo en Canadá. En cuanto a la renovación del personal, los representantes sindicales coruñeses pretenden que se lleve a cabo mediante los llamados contratos de sustitución, que implican la incorporación de un trabajador joven que releva a uno veterano antes de que llegue a la edad prevista para su jubilación

Además de la renuncia al traslado de la fábrica coruñesa, General Dynamics da marcha atrás también en su pretensión de unificar las dos fábricas ovetenses de La Vega y Trubia, que dejaría libre un magnífico solar en una zona céntrica de la capital asturiana. Los sindicatos del grupo vinculaban esta operación con la coruñesa y rechazaban una solución independiente para la fábrica de Pedralonga.