Los profesores de la Escuela de Idiomas dijeron ayer hello a la Xunta en la plaza de Pontevedra. Alumnos y docentes se hicieron notar en la clase al aire libre en la que participaron para protestar contra la reducción de plantilla que pretende llevar a cabo la Consellería de Educación. "My name is Susana", gritaba una de las profesoras que impartieron la clase. "No puedo escribir en la pizarra porque llueve, digamos todos hola a Enrique", decía a sus alumnos, que exclamaban: "Hello, Enrique".

Los estudiantes y docentes asistieron bajo la lluvia durante casi una hora a los cursos de inglés e italiano que habían programado los maestros como protesta. Los profesores dejaron de lado la gramática y se dedicaron a entonar canciones en ambos idiomas. Las letras reivindicaban el derecho de los alumnos al aprendizaje. "Dejadme estudiar con mis libros en la mano. Dejadme cantar una canción en italiano", decía una de las letras.

"La Consellería de Educación no funciona a favor de los idiomas desde hace muchos años. Vine porque creo que tienen razón y es una idea muy original. La pena es que llueva", comentaba Carlos Suárez, un jubilado que dejó hace cinco años de impartir clases en la Escuela de Idiomas. A su lado estaba Patricia García, una de las estudiantes de italiano. "Todos los alumnos estamos a favor de los profesores. Me parece muy injusto todo lo que quiere hacer la Xunta", subrayaba la joven.

"Queremos que nos escuchen y que dejen de darnos órdenes sin consultarnos. Pedimos que se sienten a dialogar. Nos dijeron que en enero vamos a empezar a dar clases a algunos colectivos y no sabemos ni los objetivos a cumplir ni la metodología ni nada", aseguraba una de las representantes de los docentes afectados, Susana Aldao, que también es profesora de inglés en el centro.

Los maestros exigen a la Xunta que los traten con "un poquito de dignidad" y advierten de que las intenciones de la consellería perjudicarán la enseñanza de los alumnos. "Estamos muy desanimados, pero queremos que nos escuchen y seguiremos protestando", afirmaba la portavoz de los perjudicados.

La nueva normativa de la Xunta podría suponer la reducción de hasta el 25% de las actuales plazas de profesores. La ley, además, recortará el periodo lectivo de la Escuela de Idiomas. "Antes cada lengua tenía cinco horas semanales y ahora se quedarán en cuatro y media", destacaba una de las maestras. Las clases complementarias o de apoyo para los estudiantes, según la nueva norma, también se suprimirán. Los profesores consideran que las hora de refuerzo son "imprescindibles" para que los alumnos dominen los idiomas.

Estudiantes y profesores dijeron el primer hello a la Xunta y advierten de que seguirán manifestándose hasta que dialoguen con ellos.