La Xunta sorteará los 256 pisos sociales de Novo Mesoiro y Eirís en los que residirán chabolistas de Penamoa el miércoles día 30 de diciembre a las 09.30 horas en Expocoruña. Los adjudicatarios optan indistintamente a las viviendas de uno u otro barrio, pero el Gobierno gallego tendrá en cuenta a la hora de distribuirlas las dependencias que necesita cada familia. En Eirís hay diez casas de cuatro habitaciones; y en Novo Mesoiro, catorce. Los pisos tienen entre 65 y 90 metros cuadrados y son de dos, tres y cuatro dormitorios.

El delegado de la Xunta en la provincia de A Coruña, Diego Calvo, subrayó que el sorteo conjunto es "el sistema más justo y efectivo". El alcalde, Javier Losada, se comprometió hace más de un año con los vecinos de Novo Mesoiro a que las primeras familias que figuran en los expedientes -entre las que hay chabolistas de Penamoa- residirían en Eirís. El regidor aseguró que tenía un compromiso con el bipartito presidido por Touriño para enviar a Eirís a las primeras familias de las listas; y a las últimas, a Novo Mesoiro. De esta forma, cumpliría la promesa que les hizo a los vecinos de que ningún chabolista residiría en el barrio.

"No existe ningún documento firmado que avale las declaraciones del alcalde en las que afirma haber llegado a un acuerdo con el anterior delegado de Vivenda, el señor Báscuas, para que los 112 primeros adjudicatarios se alojasen en Eirís", recalcó Calvo, quien insistió en que las familias presentaron su solicitud para optar a las casas sociales de ambos barrios. "Los pisos siempre se sortearon. Siempre se hizo así y es la forma más justa", destacó el delegado del Ejecutivo gallego.

La asignación de las casas y la entrega de las llaves son dos procesos independientes, por lo que no es imprescindible que las obras de los edificios estén terminadas cuando se realice el sorteo. Aunque los beneficiarios conocerán la próxima semana si residirán en Novo Mesoiro o Eirís, hasta 2010 no se trasladarán a los inmuebles.

La empresa encargada de construir los bloques sociales de Mesoiro solicitó una prórroga para terminar los pisos este mes. En los edificios de Eirís, la Xunta ordenó instalar mamparas en los patios interiores para evitar que entrase agua en las casas. Calvo visitó las viviendas con los representantes de los adjudicatarios para mostrarles que eran inhabitables porque filtraban agua. Los beneficiarios de los pisos, después de recorrer los edificios, suspendieron las manifestaciones en las que exigían al Gobierno gallego que les diese las llaves. Muchos de los adjudicatarios pensaban que estaban preparados para ser habitados y que la Xunta posponía su entrega por el conflicto que el realojo de los chabolistas originó en Mesoiro y Eirís.

La concejal de Servicios Sociales, Silvia Longueira, aseguró que había "un retardo malicioso" en la entrega de los pisos. "Hay adjudicatarios que los están esperando desde marzo y no pueden estar así", dijo la responsable de Servicios Sociales. Calvo, por su parte, insistió en que las viviendas estaban estropeadas porque filtraban agua. De hecho, tal y como informó este diario, los técnicos ya habían advertido a la Xunta bipartita de los desperfectos en los edificios. "Yo lo que quiero es entregarlos cuanto antes. Ojalá los hubiesen arreglado en la legislatura pasada. Me los encontré así y hay que repararlos porque son inhabitables", afirmó el delegado del Gobierno gallego después de mostrar a los adjudicatarios el estado en el que se encontraban los pisos.

Los residentes en Mesoiro y Eirís contrarios a la política municipal de realojo de los chabolistas de Penamoa exigieron a la Xunta que intercambiase las viviendas a los vecinos de Penamoa por otras situadas en diferentes barrios de la ciudad. Los afectados opinan que así se evitaría la formación de nuevas barriadas en sus barrios.

El Gobierno gallego está a favor de permutar algunos pisos a los chabolistas, un proceso que ya se realizó con éxito en Lugo. El Ayuntamiento, sin embargo, se niega a intercambiar las casas a los residentes en el asentamiento que figuran en las listas de adjudicatarios. Los vecinos de Eirís y Mesoiro todavía confían en que sus movilizaciones hagan cambiar de opinión al Gobierno local y acepte las permutas.