Las críticas de los vecinos afectados y de la oposición han servido para que el Ayuntamiento renuncie a la aplicación de la normativa sobre edificabilidad que aparece en el plan general, que implicaría que centenares de bloques quedaran fuera de ordenación por no cumplir unas determinadas proporciones entre altura y ancho de vía.

La concejal de Urbanismo, Obdulia Taboadela, garantizó que ni uno solo de los edificios de la ciudad quedará fuera de ordenación por motivos de altura.

La edil precisó que esta afirmación incluye, no sólo a los bloques a los que afectaban las directrices del actual documento urbanístico, sino también a los que habían dejado fuera de ordenación anteriores planes generales.

"Ningún edificio quedará fuera de ordenación por razón de su altura. Como consecuencia de una campaña de declaraciones irresponsables, hemos decidido mejorar la ordenanza", declaró Taboadela que, a pesar de criticar las protestas de vecinos y PP, reconoce que la fuerte oposición política y vecinal es la causa de que el Gobierno local modifique ahora un plan que había calificado como "el mejor posible".

La renuncia municipal a las polémicas directrices hará posible que, de derribarse alguno de los bloques que incumplen los parámetros de altura, pueda levantarse en el mismo solar un edificio con idéntico número de pisos.

La norma presentada como la gran solución a la masificación urbanística sólo afectará, por tanto, a las construcciones que se levanten en solares que nunca habían albergado edificios o que acogían bloques que ya cumplían las proporciones establecidas por el plan general. "Se podrán levantar las mismas plantas, porque los edificios no estarán fuera de ordenación", explicó Taboadela.

Las palabras de la concejal suponen un alivio para los propietarios, promotores y agentes inmobiliarios que habían alertado del daño económico que implica la pérdida de valor de un solar cuando se reduce el número de alturas permitido para los edificios que éste puede albergar.

La decisión municipal también calmará a aquellos que denunciaron que los inmuebles ubicados en pisos fuera de ordenación bajarían de precio, al reducirse el número de compradores dispuestos a pagar por ellos.

Taboadela, tras anunciar que ningún edificio quedará fuera de ordenación, aclaró que, en la decisión final del Concello, había primado el interés por calmar a los vecinos sobre el de aplicar una norma destinada supuestamente a mejorar, a largo plazo, la calidad de vida en la ciudad.

"Se ha generado inseguridad entre los vecinos y nosotros no queremos eso. Queremos cortar una situación de alarma social. Deseamos que esta plan sea el más participativo, el del consenso", comentó la edil, que reiteró en repetidas ocasiones su enfado por las movilizaciones emprendidas por el PP contra el plan general.

A pesar de haber optado por eliminar la norma para no sufrir por el malestar de los residentes, el Concello quiere dejar claro que la regulación de la edificabilidad según la altura no es algo novedoso y que otras instituciones como la Xunta y el Estado han aprobado leyes que implican que determinados bloques queden fuera de ordenación parcial.

"El criterio de fuera de ordenación existe desde 1975 en las legislaciones estatal y autonómica. La propia Xunta puede dejar fuera de ordenación muchas viviendas y, de hecho, ya lo hace", precisó Obdulia Taboadela.

La concejal de Urbanismo considera que el Partido Popular y su portavoz, Carlos Negreira, son los principales responsables del miedo vecinal ante la normativa que, según la edil, ya no se aplicará.

Taboadela explicó que no es cierto que los bancos se nieguen a conceder hipotecas para pisos que están en edificios fuera de ordenación y negó que los propietarios de estos inmuebles tuvieran restricciones a la hora de emprender obras de reforma.

"Si el PP no lo hubiera hecho grande, este asunto no habría sido grande", declaró la edil, que aprovechó para exigir a Negreira que le pida perdón por haberle llamado terrorista y por afirmar que el Concello "quería cobrar un impuesto revolucionario".

El alcalde de la ciudad, Javier Losada, ya había insinuado horas antes de la intervención de Taboadela lo que la edil explicó con detalle. El regidor, en un programa radiofónico, avanzó que el Concello "intervendría de oficio para arreglar la redacción" y para calmar a los vecinos.

Losada también se mostró muy duro con la postura del PP frente a la polémica normativa de edificabilidad del plan general e incluso llegó a acusar a sus rivales políticos de propagar "insidias, mentiras y medias verdades". "El PP ha creado una inquietud y, como no quiero que ningún vecino tenga alguna inquietud, he dado la orden de que se mejore la redacción de este artículo si es necesario.

Losada también tuvo tiempo para atacar al presidente del colegio de agentes inmobiliarios, Herminio Carballido, al que llamó "mentiroso" por alertar de problemas a la hora de conseguir hipotecas para pisos fuera de ordenación.

El deseo del alcalde y de la concejal de Urbanismo de calmar a los vecinos y la consiguiente renuncia a dejar edificios fuera de ordenación en función de criterios de altura no han encontrado eco en el grupo municipal del BNG. El primer teniente de alcalde, Henrique Tello, defendió, horas antes de que Obdulia Taboadela anunciara la modificación del plan general, que las restricciones y directrices eran imprescindibles para garantizar la calidad de vida y para luchar contra la especulación y las "aberraciones" urbanísticas.

"Tiene como objetivo frenar la especulación urbanística de planes anteriores, como el de 1998, que fue un exceso. La garantía de la calidad de vida pasa por un plan que no permita aberraciones", expuso Tello. que demostró su desconocimiento de las intenciones de sus compañeros socialistas al afirmar que entre los planes del alcalde no figuraba el de renunciar a la polémica normativa. El edil nacionalista precisó que el Concello estudiaría las alegaciones y aseguró que dejar edificios fuera de ordenación es una medida que "conserva todos y cada uno de los derechos de los ciudadanos".