Entre los comerciantes que consideran que parte de sus problemas para afrontar la crisis tienen su origen en el Gobierno local se encuentran los del barrio de Matogrande, cuyo presidente exige al Concello que solucione los problemas de tráfico. El presidente de esta asociación reclama más zonas de carga y descarga y afirma que la fórmula para acabar con la doble fila no es la imposición de multas, sino la creación de espacios donde los clientes de los establecimientos y los propios comerciantes puedan estacionar sus vehículos.

Otras asociaciones necesitan financiación municipal para poner en marcha las medidas que han diseñado. Antonio Amor, de Zona Obelisco, espera que los comerciantes puedan aprovechar algún tipo de subvención para cambiar bolsas de plástico por otras reciclables y rótulos tradicionales por otros de bajo consumo.