El alcalde y la concejal de Urbanismo propagan que la restricción de alturas prevista inicialmente en el plan general no se hará realidad pero el miedo persiste en propietarios y compradores. La Asociación de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco) alerta de que varios inversores, que ya habían aportado hasta 40.000 euros para adquirir una vivienda, pretenden echarse atrás en el trato y solicitan que se les reintegre el adelanto porque el plan general deja el inmueble que escogieron fuera de ordenación.

"Es absolutamente real" que varias inmobiliarias coruñesas han recibido visitas de compradores que pretenden resolver el contrato de compra, según denuncia el colectivo. "Muchos ya habían adelantado cantidades entre los 30.000 y los 40.000 euros en edificios que se están construyendo y han ido a las oficinas para plantear que se les devolviese el dinero", relata el gerente de la entidad, Juan José Yáñez.

Las promociones en las que se han dado este tipo de conflictos se levantan en zonas importantes de la ciudad, como la ronda de Outeiro. "Con las dificultades que hay para vender, ahora los que tenían pretensión de comprar se echan atrás", lamenta el portavoz del colectivo de promotores coruñeses, que se manifiesta tranquilo con el compromiso de la concejal de Urbanismo, Obdulia Taboadela.

Por el momento, considera Yáñez, "no hay problema alguno" puesto que siguen "confiando en la palabra de la concejal", que aseguró que ningún inmueble ya construido o en obras quedará fuera de ordenación. "Sólo si no se modifica, tendremos que ver cómo se resuelve el problema", apunta el gerente de Aproinco.

Con las declaraciones de Taboadela en la mano, prosigue, los promotores han conseguido "aplazar temporalmente" el conflicto con aquellos futuros propietarios que quieren dar marcha atrás en su compra tras enterarse de que su nuevo piso quedaría fuera de ordenación de no modificarse el plan general.

Aunque se encomiendan a la edil de Urbanismo, las alegaciones de Aproinco contra la limitación de alturas según el ancho de la vía forman parte de los miles de recursos presentados por particulares, agrupaciones y entidades públicas y privadas a la revisión del plan general diseñado por Joan Busquets. Todas ellas serán examinadas "con todo el cariño", según expresó el alcalde Javier Losada en su encuentro de ayer en la ciudad con la ministra de Vivienda y el conselleiro de Política Territorial.

Aunque el regidor no precisó en ese momento el número de alegaciones que llegaron a la Casa del Agua y el registro municipal, fuentes consultadas por este diario informaron, tras los primeros recuentos desde que se cerraron las mesas el jueves, de que serán entre 15.000 y 20.000. Hasta la mañana de ayer, se habían contabilizado cerca de 12.000.

"La mayoría de los coruñeses han demostrado que les gusta el plan", sentencia Losada. Para el alcalde, "el único problema con el plan general son las mentiras de Negreira", las "únicas" que "ponen las cosas difíciles a la Xunta". Losada critica al portavoz municipal del PP y alaba al conselleiro de Territorio, Agustín Hernández, con el que manifiesta estar "muy satisfecho", sobre todo por el informe previo que realizó la Xunta del nuevo plan general que el Gobierno municipal quiere aprobar este ejercicio.

Sobre la nueva norma urbanística también se manifestó el responsable autonómico, que espera "que se haga una reflexión al respecto". "Es bueno reflexionar con respecto a que este ámbito sea tan general", expresó el conselleiro de Territorio en torno al "excesivo" número de viviendas afectadas por el fuera de ordenación. El conselleiro también pidió "reflexión" al Ayuntamiento en cuanto a la financiación externa necesaria y a los convenios sin concretar con otras administraciones para sacar adelante proyectos como la urbanización de los muelles o la estación intermodal.

El PP aprovechó la visita del conselleiro para recomendarle a Losada que "pida perdón" por tratar de llevar a cabo un "engaño masivo". Para la oposición, la intención del regidor era "pasar de puntillas sobre el tema para aprobar el plan sin que los coruñeses se enterasen de las consecuencias negativas para su patrimonio". Recuerdan que el Gobierno no ha precisado el número de viviendas afectadas.

60 millones

Dar marcha atrás en el proyecto de urbanización del Agra de San Amaro costaría a las arcas municipales entre 54 y 60 millones de euros, según los cálculos la Asociación de Promotores Inmobiliarios de A Coruña (Aproinco). "Habría que analizarlo mucho más detenidamente, pero es una cantidad importantísima", augura el gerente de la agrupación de empresarios, Juan José Yáñez. Como el plan parcial de la zona comenzó hace ocho años, " y si las cosas se han hecho bien", el portavoz entiende que el Concello ha tenido que remitir la documentación a la Unesco.

El portavoz de la asociación explica que tanto ellos como el decano de la Escuela de Arquitectura coinciden en que se puede llegar "fácilmente" a algún tipo de acuerdo que, en ningún caso, pasaría por reubicar los seis edificios previstos en el terreno a quinientos metros de la Torre. De suspenderse el proyecto, Aproinco estima que la suma de las indemnizaciones que el Concello habría de abonar a los inversores y dueños de parcelas estaría entre 54 y 60 millones.

Para Aproinco, dos son las posibilidades: "Se podría mantener tal cual el proyecto o modificar la volumetría". Cambiarlo de lugar, "no parece lógico ni probable". Yáñez lamenta cómo la urbanización del Agra de San Amaro se ha convertido en otro ejemplo de la "tragedia urbanística" de esta ciudad, que es, para los promotores, la "inseguridad tremenda" en la normativa.

"Si las cosas se han hecho bien, ya que el plan parcial se hizo en 2002, se habrá tenido que remitir a la Unesco la documentación", afirma el gerente de Aproinco. Yáñez mantiene que, después de ocho años, la urbanización "no le coge de sorpresa a nadie". Para el alcalde, la urbanización no afectará al título de patrimonio de la humanidad que ostenta la Torre. Por el momento, el comité español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) ya ha advertido a la Unesco acerca de las edificaciones para la que el plan general reserva una parcela a quinientos metros de la Torre.