Las protestas de padres y docentes por el deficiente estado de centros escolares públicos coruñeses reabren la polémica sobre el mantenimiento de estas instalaciones. Portavoces de las asociaciones de familiares de los alumnos, de los directores de los colegios y de un sindicato de la enseñanza exponen su visión sobre el problema en este debate, al que rehusaron asistir el Ayuntamiento y la Consellería de Educación.

V. Gantes: No creo que sea la crisis económica la culpable de las deficiencias de los centros educativos, en los que además hay una clara diferencia entre los de Primaria y los de Secundaria, ya que en los primeros se nota mucho la mano de los ayuntamientos, que al ver la dejadez de la Consellería de Educación se ponen a construir pabellones y patios cubiertos. Pero ahora nos encontramos en que en muchos de los existentes en la ciudad hay goteras, por lo que creo que se da muy poca importancia a este aspecto de la escuela pública, porque los políticos no son conscientes de que es tan importante el contenido como el continente.

V. Graña: Yo creo que sí se nota la crisis, y tanto por parte de la consellería como por la del Ayuntamiento, ya que la primera mira con lupa las inversiones, mientras que el segundo no tiene prevista ninguna para este año en los colegios de la ciudad. Creo que es la primera vez que sucede esto y en mi opinión se debe a la crisis. En cuanto a quién debe encargarse del mantenimiento de los centros, ésa es la gran pregunta que nos hacemos los directores. La Ley Orgánica de Educación dice que los ayuntamientos tienen la obligación de conservar los edificios de educación Infantil, Primaria y Especial, pero se trata de un principio vago, porque cuando se trata de una obra de cierta entidad los ayuntamientos dicen que le corresponde a la consellería y ésta que es a los ayuntamientos por no haber hecho una conservación adecuada. Cuando ambas partes se ponen de acuerdo se solucionan los problemas y cuando no, los sufrimos todos.

V. Gantes: Nosotros estamos cansados de decir que la crisis no se puede notar en la educación porque no genera gastos, ya que toda ella es una inversión. No quiero ser el abogado de los ayuntamientos gallegos, pero a mí me dieron un ejemplo sobre la diferencia entre mantenimiento y obra nueva, de forma que si coloco un enchufe donde ya hay tendido eléctrico eso es mantenimiento, mientras que si tengo que traer los cables hasta ese lugar se trata de una obra nueva.

V. Graña: Los ayuntamientos en general hacen muchas obras de inversión en los centros educativos, ya que es la administración más cercana y la más interesada en que los colegios funcionen sin problemas. Tú mencionas el caso del enchufe, pero si yo le digo a la consellería que necesito que me lo coloquen, se ríen de mi.

A. Álvarez: Desde UGT apostamos por la educación como una de las vías de salida de la crisis en la que nos encontramos. Ningún gobierno se puede escudar en la crisis para no invertir en la educación y este año nos hemos encontrado por primera vez con un gobierno autonómico que no sólo no iguala ni suma, sino que incluso disminuye esa inversión. En el capítulo de obras serán unos 3 millones menos para la provincia de A Coruña este año, que además ha sido de los más conflictivos por la huelga del profesorado de las escuelas de idiomas por el recorte de sus plantillas. El Ayuntamiento de A Coruña es una referencia educativa a nivel estatal, ya que fue el primero de España en constituir un Consejo Escolar Municipal, dota de actividades a todos los centros públicos y realiza inversiones que no le corresponden, como el cubrimiento de patios mediante el convenio con la anterior Xunta o el pabellón deportivo del Emilia Pardo Bazán.

V. Graña: Estoy de acuerdo contigo en que el Ayuntamiento es un modelo, pero lo ha sido más de lo que es ahora en la atención a los centros públicos. En mi centro, en los últimos 12 años construyó un gimnasio y cubrió el patio, por lo que no puedo decir que esté descontento, pero no podemos hablar sólo del pasado. Reconozco que hizo un gran esfuerzo, pero es evidente que en este momento ha decaído esa atención, aunque tampoco quiero decir que ahora haya dejadez.

A. Álvarez: En los presupuestos de Educación de 2009 figuraban varias obras que se paralizaron en junio, algunas de las cuales incluso estaban contratadas, y que este año se publicitan en la prensa como nuevas actuaciones, pese a que no aparecen en los presupuestos de 2010.

V. Graña: Las direcciones de los centros culpamos de la situación a las dos administraciones, ya que lo queremos son buenas instalaciones, independientemente de quién nos las haga. La actuación que es más urgente en este momento en la mayoría de los colegios es la sustitución del sistema eléctrico, ya que las instalaciones están obsoletas porque superan los 30 años de antigüedad y las necesidades eléctricas se han multiplicado, por lo que los problemas son continuos. Al tratarse de una obra de gran cuantía, creo que le corresponde a la consellería, puesto que puede sobrepasar los 100.000 euros.

A. Álvarez: Prácticamente todos los colegios de la ciudad pasan de los 25 años y desde entonces no se han hecho reformas en ellos.

V. Gantes: Lo que nos dicen nuestros asociados es que lo que se tiene no se cuida y ahí entra el problema de quién es el responsable del mantenimiento. Recibimos muchas quejas, especialmente por la situación de los patios cubiertos y los pabellones. En el caso del instituto de Monelos, el estado general del centro es malo e incluso los alumnos carecen de un patio de recreo porque está ocupado por los coches de los profesores, ya que no dispone de aparcamiento, mientras que el pabellón deportivo es lamentable. El colegio Manuel Murguía, de Feáns, también tiene instalaciones deficientes, así como los centros del Barrio de las Flores. En el Emilia Pardo Bazán se está haciendo gimnasia en un aula de Informática porque la constructora del pabellón quebró y hubo que contratar otra.

A. Álvarez: El pabellón se está empezando a utilizar para las clases de Educación Física a pesar de que aún le falta la dotación. En todos los países existe más o menos el sistema español de que los ayuntamientos y los gobiernos se repartan la construcción y el mantenimiento de los centros escolares.

V. Graña: El sistema español es muy antiguo, ya que data de la Ley Moyano de 1878, en la que se estableció que los ayuntamientos tienen la obligación de mantener los colegios, incluida la calefacción, que desde el acuerdo del año pasado con la Federación Gallega de Municipios y Provincias costea ya la Xunta.

V. Gantes: La mayoría de los ayuntamientos le pide a la Xunta que le construya escuelas infantiles, pero el de A Coruña opta por construirlas él mismo para cubrir la demanda. A mí me da lo mismo quién las construya, lo único que pido es que se pongan de acuerdo para hacerlas.

A. Álvarez: Yo ahí si tengo claro que quien debe construirlas siempre es la Consellería de Educación, porque en la Ley viene muy claro que la etapa de 0 a 6 años es educativa.

V. Gantes: A mí lo que me importa es el contenido, quien construya el continente me da igual, aunque no cabe duda de que quien más se tiene que mojar es la Consellería de Educación.

A. Álvarez: Las competencias de cada una de las administraciones sobre los centros escolares tendrían que estar muy perfiladas, porque muchas veces se presenta un problema y se dice que es de mantenimiento, mientras que la otra administración replica que es una obra nueva, por lo que ambas se pasan la pelota y no se sabe a quién acudir. No puede ser que en 2010 algún centro de la ciudad no tenga toma de tierra en su sistema eléctrico.

V. Gantes: Nosotros le hemos dicho desde hace años a la consellería que tiene que haber una única administración que se encargue tanto de las obras como del mantenimiento de los colegios, como ya sucede en los institutos.

V. Graña: Pero eso tiene que ser una norma para todo el Estado, porque el sistema actual está recogido en la Ley Orgánica de Educación. Estoy de acuerdo contigo y para nosotros sería una noticia gratísima que sólo una administración se encargase de ambas tareas, ya que nos facilitaría muchísimo la gestión, pero eso me parece una utopía.

V. Gantes: Pero habrá que caminar hacia eso, porque también hay dualidad en aspectos como que los conserjes de Primaria dependen de los ayuntamientos y los de Secundaria de la Xunta.

A. Álvarez: Y entre los de los ayuntamientos hay de todo: personal laboral municipal, trabajadores autónomos, personal de mantenimiento que ejerce las labores de conserje y empresas contratadas para realizar este trabajo.

V. Gantes: No podemos depender sólo de la voluntad de los ayuntamientos, porque muchos cascos históricos de Galicia están en perfectas condiciones pero los centros educativos situados en esas zonas están en una situación penosa. No sé cómo pueden hacer gimnasia los niños de los colegios Labaca y Eusebio da Guarda en esas instalaciones.

V. Graña: Estás citando dos centros históricos que fueron construidos en una época en la que no había las necesidades actuales. Hace sólo 30 años no había las exigencias sociales que hay hoy, ya que casi ningún colegio público tenía patio cubierto y nadie decía nada, mientras que ahora lo exige todo el mundo. Pero en el Eusebio da Guarda y en el Labaca es difícil tenerlo porque apenas cuentan con espacio.

V. Gantes: Pues habrá que conseguir que esos centros no estén tan masificados para que puedan contar con instalaciones adecuadas.

V. Graña: Pero esa opción también tiene sus inconvenientes, porque a esa zona, en la que hay mucha demanda, se le reduciría el número de plazas escolares.

A. Álvarez: Un aspecto que me preocupa en estos centros es la prevención de riesgos, ya que muchos de ellos no tienen más que un único acceso que además es estrecho y con escaleras, por lo que se puede generar un problema serio en caso de un accidente, como son los casos del edificio de Infantil del Emilia Pardo Bazán y del Anxo da Garda.

V. Gantes: También nos podríamos llevar una sorpresa con la cantidad de colegios de la ciudad que no cumplen la normativa sobre barreras arquitectónicas.

V. Graña: Porque cuando se construyeron no existía esa normativa. Otra de nuestras demandas es dotar de ascensores a los centros que carecen de ellos, ya que lo echamos mucho de menos cuando un niño tiene una fractura y a veces hay que cambiar un aula de planta para que pueda acudir a clase.

V. Gantes: Yo estoy en la comisión de escolarización de Formación Profesional y hay gente con discapacidades que tiene que aceptar la quinta de las opciones que solicita porque los centros que ofertan las anteriores no están adaptados para que estudie en ellos. Y tengo listados de alumnos que tienen que desplazarse 10 kilómetros a diario para acudir a colegios sin barreras arquitectónicas.

A. Álvarez: El Ministerio de Educación es quien elabora las leyes, pero quien tiene la obligación de aplicarlas son las autonomías, por lo que son ellas quienes tienen que realizar el mantenimiento de los centros para conseguir una educación pública de calidad. Los ayuntamientos pueden ayudar donde haya alguna necesidad, pero los ciudadanos siempre vemos más cómodo acudir a la institución más cercana y no nos damos cuenta de que no tienen competencias, pese a lo cual el Ayuntamiento coruñés firmó un convenio para cubrir los patios de los colegios de la ciudad.

V. Graña: Pero mientras no se cambie la Ley Orgánica de Educación no hay nada que hacer.

V. Gantes: Ahora que se está negociando un pacto educativo, esta cuestión tendría que incorporarse al mismo.

A. Álvarez: Por parte de la actual Xunta yo no veo posibilidades de que haya un acuerdo sobre este tema.

V. Gantes: Yo tampoco.

V. Graña: Yo llevo 47 años en la docencia y creo que la situación ha sido más o menos la misma en ese tiempo. Soy director desde los años 70 y ya entonces era un tema de discusión, por lo que creo que va a permanecer mientras no se cambie la ley educativa.

A. Álvarez: Tendría que haber un pacto sobre esta cuestión y que la nueva ley cuente con el consenso de todos los grupos políticos para no ser modificada en los próximos 30 años, ya que desde 1970 ha habido continuos cambios.

V. Graña: En 1980 fue la LOECE, en 1985 la LODE, en 1990 la LOGSE, en 1995 la LOPEG, en 2002 la LOCE y en 2006 la LOE, por lo que la media es de un cambio casi cada cinco años.