-Usted es de Navarra. ¿Cómo se desplaza desde A Coruña a la casa familiar?

-No es mal camino, pero es largo. Hay distancia desde A Coruña hasta Allo, cerca de Estella. Por suerte, todo es autopista y autovía.

-¿Más cómodo en coche que en avión? Se lo pregunto por las conexiones de los vuelos.

-Sí, sí, sí. Lo habitual es ir en coche. Estamos bien comunicados con Bilbao por avión, pero la verdad es que suelo utilizar el coche.

-¿Qué fue lo que más le llamó la atención en Alvedro?

-Que es de un tamaño mayor del que vengo (Logroño).

-¿Y los accesos al aeropuerto? Lavacolla, por ejemplo, está mejor comunicado con Santiago.

-Como estamos muy cerca de la ciudad el trayecto no es largo, y con el enlace con la tercera ronda mejoraremos mucho los accesos.

-¿Y los plazos se cumplen?

-Esa actuación no es competencia de Aena. La información que tengo es prácticamente la que leo en los periódicos.

-Llegar a Alvedro a determinadas horas es un problema.

-Entiendo que estamos en un momento en el que convivamos con una obra como la del aparcamiento. Pero era una obra necesaria y cuando se acabe nos ofrecerá un buen servicio. Nos quedan unos meses, confío en que ya esté para finales de verano.

-Me imagino que espera con los brazos abiertos los vuelos a Ámsterdam y Valencia.

-Desde hace unas semanas tenemos las programaciones de las compañías. A Ámsterdam, a partir de finales de marzo, con tres enlaces semanales con Vueling; y a Valencia, con Air Nostrum, a partir de mayo. Son las grandes novedades.

-¿Cuáles cree que serían otras conexiones necesarias?

-(Silencio) Son las compañías las que deciden operar. Nosotros nos dedicamos a hacer encuestas a los pasajeros sobre sus destinos e intenciones de viajes. Es verdad que todas las instituciones en Galicia se han agrupado en el Comité de Rutas, donde se analizará cuáles son las mejores opciones.

-Todos los directores que pasan por A Coruña apuestan por mejorar la coordinación con los otros dos aeropuertos gallegos, pero luego en la práctica es más difícil de conseguir. Cada uno tiene sus propios intereses.

-La novedad, con respecto a otras épocas, es que creo que hay voluntad institucional de colaborar. Esperamos mucho del Comité de Rutas para que el tema de la coordinación no se quede en palabras.

-¿Qué le responde a los que hablan de que se da prioridad a Lavacolla, que Alvedro queda en un segundo plano?

-No miro cada mañana desde ese punto de vista, no tengo esa sensación. No puedo dedicar mi tiempo y esfuerzo a este tipo de asuntos que se dirimen en otros foros.

-¿Mantiene contactos con el Ayuntamiento?

-Tenemos contactos cordiales y habituales con los ayuntamientos.

-¿También con Culleredo?

-La relación personal es buena, con intención de colaborar.

-En algunos proyectos, como la ampliación de la pista, colaborar, lo que es colaborar...

-Bueno (risas). Tenemos una relación normal y luego hay que entender que el aeropuerto es una instalación que ocupa una superficie y que está en un sitio que a veces puede resultar incómodo, pero puede aportar mucho a la zona donde está, sobre todo riqueza económica, y no se debería despreciar.

-¿Cuando desde Culleredo u otro municipio le insisten en que no quieren la ampliación, usted qué les dice?

-Hay una fórmula para resolver estos temas. Los vecinos y las instituciones que han tenido interés en el proyecto han presentado alegaciones, se han analizado y supongo que en breve el Ministerio de Medio Ambiente publicará una resolución de impacto ambiental en la que responde a sus inquietudes. Tener una pista más larga supondrá dar servicio a aviones más grandes y volar a destinos más alejados. Si este aeropuerto genera más actividad y genera más riqueza, se distribuye por toda la comarca.

-¿En principio, habrá problemas para la ampliación?

-La resolución recogerá las actuaciones necesarias para minimizar la repercusión tanto social como ambiental. Aena ha redactado un proyecto básico y tiene en ejecución uno constructivo.

-¿Es posible hablar de plazos?

-Los plazos que conozco son la voluntad del ministro (de Fomento, José Blanco) de sacar el proyecto a concurso en verano y empezar las obras cuanto antes, pero siempre esperando antes a la declaración de impacto ambiental.

-¿Las obras afectarán a la operatividad del aeropuerto?

-Espero que no se produzca una implicación directa y muy pesada sobre la actividad, que seamos capaces, bien haciendo la obra por fases o haciendo trabajos nocturnos, de minimizar la afección del proyecto en la operatividad. El plan director está en revisión, pero con el aparcamiento, con la obra de la plataforma que va a estar en un mes y con la ampliación de la pista va a producirse un salto en los servicios.

-Un mal año 2009. Los datos de enero y febrero fueron mejores. ¿Más optimismo?

-Empezamos bien el año. Espero que se convierta en una tendencia, pero en una época tan cambiante dar una estimación de crecimiento es imposible.

-El vuelo más usado en Alvedro es entre Madrid y A Coruña.

-En general ha aumentado la ocupación, en cada vuelo va más gente, va más lleno. Las compañías trabajan de una manera más eficiente. En enero, la ocupación de los aviones que operan con Madrid creció un 7% -del 46% de enero de 2009 al 53%- y con Barcelona, un 24% -del 39% al 63%-.

-Si algún día llega el AVE, será un nuevo competidor. ¿Cuánto cree que les afectará?

-A corto plazo, hay que reconocer que nos afectará, porque una parte de nuestros pasajeros se derivarán hacia ese medio de transporte, pero nos hará trabajar en posibilidades diferentes, en buscar destinos más alejados, por enlaces más transversales; el de Sevilla ya funciona bien. Los vuelos de primera hora de mañana y de última de la tarde a Madrid no siempre son una competencia tan directa con el AVE.

-¿Tienen en marcha alguna promoción turística con el Ayuntamiento de A Coruña?

-Estamos a su disposición si quieren algo. Nuestro perfil de pasajeros es de negocios, no somos un aeropuerto muy turístico.

-¿Empresarios de renombre?

-No.

-¿Ni Amancio Ortega?

-(Risas) Lo que sí se nota es con el Dépor, que da mucha vida, con las visitas del Real Madrid y del Barcelona.