-¿Pueden tener las redes sociales un beneficio educativo?

-Sí, y no es que lo diga yo, hay muchos educadores que están implementando las redes sociales como herramientas en el aula. Pero no sólo redes generalistas, como el Facebook. En nuestro caso, configuramos una de uso más personalizado, adaptada a las características del usuario. En este caso, para la didáctica de las matemáticas. Son estudiantes de la Universidad de León, entre 20 y 23 años. Se evalúa al alumno por lo que publica. Son mayores de edad y pueden elegir. Si prefieren una metodología clásica, adelante. Claro que el uso de la red social requiere mayor implicación, trabajo y constancia.

-¿Y son aplicables las redes sociales en menores, en Primaria o Secundaria, por ejemplo?

-Sí, también. En este caso habría que tener en cuenta una normativa, como pedir permiso a los padres para la publicación de fotos. Hay profesores que integran las redes sociales en el aula, pero en estructuras más cerradas, en las que pueden entrar ellos solamente.

-¿Y cómo es el grado de implantación de las redes sociales en los adolescentes y jóvenes?

-Para las nuevas generaciones, los nativos digitales, las redes sociales son su elemento de comunicación. Ha cambiado la forma de comunicarse. Nosotros podemos enviar un mail, ellos se dejan un mensaje en el muro.

-¿Son realmente los niños de hoy nativos digitales, lo incorporan naturalmente a su conocimiento?

-Hay bastantes teorías al respecto. Algunas dan por supuesto que no están tecnológicamente completos. Que de por sí utilizan solo elementos como el chat o una serie de herramientas. Otros piensan que sí es natural, que son formas de interacción para las que no requiere aprendizaje.

-¿Existe peligro en el acceso de los menores a las redes sociales generalistas?

-El peligro siempre ha existido, también en herramientas anteriores. Siempre hay una responsabilidad para llevarla a Educación Primaria. Si se entiende esa relación con el aula, puede ser útil y no algo maligno o perjudicial.

-¿A qué edades se toma contacto con las redes sociales?

-Hay algún estudio, de la Fundación Telefónica, por ejemplo, que revela que son muy jóvenes, antes de los catorce años.

-¿Cómo puede o debe un padre ejercer un control sobre el uso de las redes sociales de su hijo?

-Hay varias maneras. Intentar prohibir todo no es la mejor opción. Son adolescentes. Otra forma es el uso compartido, pero el joven tampoco querrá que sus amigos piensen que es un calzonazos. Es complejo establecer una relación unívoca entre padre o centinela e hijo. Pero creo que es mucho más natural que compartan, vean, le enseñen. No tiene una única solución.

-¿Que los padres les enseñen cómo ellos mismos usan las redes sociales?

-Que ellos intenten con confianza ver lo que está haciendo. Con naturalidad. Pero claro, siempre hay que contar con la parte rebelde de todo adolescente.

-¿Hay una brecha tecnológica entre los jóvenes de hoy en día y sus padres?

-Cada familia tiene sus propias características. Ya hay padres de adolescentes de 40 o 50 años que entienden el organigrama de un ordenador y saben lo que es una red social. La brecha tiene también que ver con las propias características del adolescente. Es su mundo y entrar en él a veces es muy complejo.