La Consellería de Educación justificó ayer su decisión de mantener cerrado el patio cubierto del colegio Emilia Pardo Bazán bajo el argumento de que lo hace para "garantizar la seguridad de los alumnos". Ante las protestas protagonizadas por los padres de los alumnos a las puertas del centro educativo esta misma semana para manifestar su malestar por el retraso que acumula la obra, la Xunta indicó que los "problemas económicos" de la empresa adjudicataria han sido los responsables de que los trabajos no se hayan finalizado en el plazo previsto.

Después de que la Consellería comprobase las dificultades financieras por las que pasaba la empresa que obtuvo el contrato mediante un concurso público, tomó la decisión de esperar a que la compañía se declarase oficialmente en suspensión de pagos. De esta manera, indicó la Xunta ayer a través de un comunicado, se evitaría retrasar de nuevo la obra como consecuencia de la convocatoria de un nuevo concurso público.

Cuando la empresa presentó oficialmente la suspensión de pagos, procedió a terminar las obras, pero tras una inspección de los técnicos autonómicos se comprobó que presentaban irregularidades. Ahora, recordó la Consellería de Educación, la compañía tiene de plazo hasta el 14 de mayo para reparar los desperfectos. La Xunta añadió que estas razones estaban en conocimiento de la dirección del centro.