La avenida de Monelos en el tramo del colegio Eirís y la ronda Camilo José Cela a la altura del centro María Pita cuentan desde ayer con señales luminosas que alertan a los conductores de la presencia de escolares y que obligan a reducir la velocidad hasta los 30 kilómetros por hora. El primero de estos elementos fue instalado hace días en la carretera de los Fuertes frente al colegio de las Calasancias, aunque se vio afectado por un problema de funcionamiento al tener que ser activado con un teléfono móvil.

Los dos paneles colocados ayer están conectados con la sala de control semafórico y se activan de forma automática media hora antes de la entrada y salida de los colegios, con el aviso de que se reduzca la velocidad a 50 kilómetros por hora. Cuando faltan solo 15 minutos, aparece el mensaje de que se baje aún más la aceleración.

"Si hay un tema que consideremos importante es la seguridad vial, por encima de la fluidez del tráfico, y en el caso de los colegios mucho más", manifestó el concejal de Tráfico, Florencio Cardador, en la presentación de estos dispositivos, que se instalarán en las proximidades de centros escolares en los que haya riesgo por velocidad excesiva de los automóviles, que se sitúan preferentemente en la periferia del casco urbano. El edil explicó que en estos mismos colegios se producen problemas por la afluencia masiva de vehículos de los padres, por lo que el Concello solicitará que los condenados a realizar servicios de apoyo a la comunidad por haber cometido delitos de tráfico colaboren con la Policía Local en la regulación del tráfico en esos lugares.