La petición del alcalde de A Coruña, Javier Losada, ha surtido efecto. El conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, ha aceptado reunirse con él para retomar la relación institucional que les une y para buscar juntos la solución al bloqueo que sufren las grandes obras de la ciudad.

La tercera ronda, la estación intermodal de San Cristóbal y el plan de transportes son algunos de los proyectos que, según el alcalde, no salen adelante por culpa del Gobierno autonómico y que, vistos desde el prisma de la Xunta, encuentran piedras en el camino porque es la Administración municipal la que se las pone.

Asegura un portavoz de la Consellería de Infraestruturas que Hernández está dispuesto a sentarse en la misma mesa que Losada y a darle una oportunidad al diálogo; es por ello por lo que buscará una fecha que convenga a los dos dirigentes para mantener la reunión.

Aunque no ha sido invitado a la entrevista, uno de los concejales del Partido Popular en A Coruña, Julio Flores, insta al regidor municipal a seguir la estela que dejó su predecesor en el cargo, Francisco Vázquez, con el que, asegura, "la ciudad avanzaba" gracias a la buena relación que el ahora embajador de España ante la santa sede mantenía con el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, y todos sus conselleiros.

"Losada desprecia al delegado de la Xunta (Diego Calvo), insulta a los conselleiros y pone todo tipo de obstáculos a la Autoridad Portuaria y así la ciudad no progresa", denunció el concejal del Partido Popular.

Atrás quiere dejar Javier Losada los enfrentamientos públicos, las acusaciones, el dedo inquisidor alargado hacia San Caetano y los políticos que ahora lo ocupan; con esta reunión en la que quiere obtener compromisos del Gobierno autonómico. Asegura el regidor municipal que hablará de los grandes proyectos, de esos que les han enfrentado, delante y detrás de las cámaras en infinidad de ocasiones, pero no para buscar culpables ni un centro para su diana, sino para encontrar soluciones, para caminar por una senda hasta ahora desconocida de colaboración y cooperación entre instituciones.

El más reciente de los enfrentamientos que mantuvieron ambas instituciones llevaba el nombre de los accesos a Ikea; el Ayuntamiento propone que el tráfico se desvíe por la AG-55 y carga a las espaldas de la Xunta la responsabilidad del caos circulatorio que se pueda generar por esta situación, ya que la tercera ronda no estará terminada para cuando la firma de decoración abra sus puertas en la ciudad. La Xunta, sin embargo, responsabiliza al Ayuntamiento del previsible caos de tráfico por no haber puesto a disposición de la Consellería de Infraestruturas los terrenos necesarios para construir los tramos de circunvalación que faltan y que darían servicio a los usuarios de la tienda sueca.