Quince años después de que se llevara a cabo por primera vez esta iniciativa, el parque de Santa Margarita acogió ayer una vez más los actos del Día de la Ciencia en la Calle, una iniciativa puesta en marcha por los Museos Científicos Coruñeses y que no sólo se desarrolló en el entorno de la Casa de las Ciencias, sino también en el Aquarium Finisterrae y en la Domus.

"Es una actividad muy consolidada que la ciudad ya hace suya", comentaba el director de los Museos Científicos, Xosé Antón Fraga, acerca de esta jornada, que en su opinión es "una auténtica romería, una fiesta", en referencia a la celebración popular que tiene este parque por escenario cada mes de agosto. Si en esas fechas los coruñeses acuden en masa a Santa Margarita en busca de la empanada y el pulpo, a principios de mayo "vienen a disfrutar con la ciencia y a aprender cosas", destacaba Fraga.

Las primeras horas del día hacían prever una fiesta pasada por agua, ya que la lluvia cayó con intensidad sobre la ciudad. Pese a ello, los 800 estudiantes y 30 organizaciones que tomaron parte en los actos no se arredraron y comenzaron el montaje de sus propuestas divulgativas en sus respectivas carpas. Cerca del mediodía, las nubes dieron una tregua a los aprendices de científicos, que se aprestaron a demostrar a los visitantes los conocimientos adquiridos en los últimos meses mediante la preparación de toda suerte de experimentos.

El propio Fraga se congratulaba de este hecho, ya que facilitó la labor de los jóvenes que se esforzaron en la puesta en marcha de esta singular iniciativa con la que se pretende poner de relieve la presencia de la ciencia en todo tipo de actividades cotidianas.

Las carpas en las que se distribuían los 24 centros educativos -la mayoría de ellos coruñeses, pero también procedentes de Betanzos, Cambre, Oleiros, Culleredo, Ribadeo y Carballo- hacían posible contemplar propuestas como una maqueta que reproducía el funcionamiento de un volcán, cocinas solares en las que se preparaban alimentos, experiencias sobre el equilibrio, lanzamiento de cohetes de agua mediante el uso de la presión, juegos sobre biodiversidad, demostraciones de robótica, experimentos con electroimanes y una exposición sobre las fases de la metamorfosis de los gusanos de seda.

A los jóvenes estudiantes se sumaron otros más creciditos, los de la Universidad de A Coruña, que estuvo representada en Santa Margarita por las facultades de Informática y de Ciencias, cuyos profesores colaboraron también en la divulgación del conocimiento. El Instituto Español de Oceanografía expuso además en el parque la labor que desarrolla con sus campañas e investigaciones, mientras que la Agrupación Astronómica Ío instaló en una carpa sus telescopios para ofrecer observaciones de los astros a grandes y pequeños.

En el edificio al que rodeaban las carpas, la Casa das Ciencias, ayer fue una jornada de puertas abiertas, en la que además se ofreció un maratón de proyecciones en su planetario. También los otros dos museos científicos tuvieron entrada gratuita y actividades especiales, que en la Domus fueron dos campeonatos de Powermind, un juego mental que precisa de la relajación del jugador, así como la iniciativa infantil ExploraDomus, con la que los niños vieron la película Monstros mariños y luego realizaron experiencias sobre su contenido.

Los responsables del Aquarium invitaron al público a presenciar la labor de alimentación a las focas del estanque, así como a visitar la exposición World Press Photo 2010, que recoge las mejores imágenes de periodistas de todo el mundo tomadas durante el año pasado.

Pero el Día de la Ciencia en la Calle de este año tenía un significado especial, puesto que el próximo 1 de junio se cumplirá un cuarto de siglo de la apertura del primer museo científico de la ciudad, la Casa de las Ciencias. "Es una especie de antesala de lo que a finales de este mes y principios de junio esperamos que sea una gran fiesta", mencionó ayer Xosé Antón Fraga acerca del ánimo con el que se organizó la jornada divulgativa.

El responsable de los Museos Científicos avanzó que la conmemoración del 25 aniversario de la Casa de las Ciencias presentará a este centro como "un producto de los ciudadanos", por lo que su lema será A casa de todos. Los actos se desarrollarán en colaboración con las comunidades científica y educativa, así como con el mundo de la cultura y contarán con jornadas de puertas abiertas durante toda una semana. "No será un programa llamativo ni de mucho coste, pero sí muy participativo para que la gente identifique esto como un lugar suyo", explicó Fraga.

El Concello ha localizado ya a algunos de los niños que participaron en la inauguración de la Casa de las Ciencias en 1985 para invitarles al festejo, según confirmó el director de esta institución, que mostrará en el planetario a los hoy adultos el firmamento que podía contemplarse en el día de su nacimiento.

María Xosé Bravo, la concejal de Cultura, fue una de las autoridades municipales que se dieron cita en el parque de Santa Margarita y se congratuló del cumplimiento de los 15 años de esta fiesta de la divulgación. "Apostar por los más jóvenes es fundamental para hacer una sociedad más democrática, más crítica, más curiosa y que quiere comprometerse con el planeta", manifestó la edil, que se mostró satisfecha de la participación obtenida tanto por los centros escolares que ocuparon las carpas como por el público que acudió a visitarlas.

Tampoco el alcalde, Javier Losada, quiso faltar a su recorrido anual por la fiesta de la ciencia, que en su opinión es "uno de los ejemplos de la identidad de la ciudad". Para el regidor coruñés, las actividades del Día de la Ciencia en la Calle no son más que una muestra de la labor que se lleva a cabo durante todo el año en los terrenos de la educación y la divulgación científica, por lo que comparó los actos del parque de Santa Margarita con los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Galicia en la plaza de María Pita, ya que permiten visualizar a todos los ciudadanos la labor de esta formación musical.

Losada aseguró que una actividad divulgativa como la realizada ayer sería excepcional en otras ciudades, pero que en A Coruña es cotidiana y se felicitó de que la labor comenzada hace 25 años con la Casa de las Ciencias ha hecho posible desarrollar proyectos similares en otras localidades españolas gracias a su ejemplo.