Pese a que todo parezca indicar lo contrario, en el centro de la ciudad palpita un verdadero sentimiento de barrio similar al que puede existir en las zonas más populares. En el corazón de A Coruña todavía hay posibilidad de involucrarse en una tertulia futbolística, jugar una partida de tute o bajar a hacer la compra al mercado, a pesar de la proliferación natural de establecimientos de comida rápida y centros comerciales experimentada durante los últimos años. Aún es posible sentirse del barrio de Pescadería.

Este sentimiento no hace sino fomentar la heterogeneidad de una parte de la ciudad sobre la que se cimentó el crecimiento de la urbe y que es precisamente la característica sobre la que más han incidido los responsables del trabajo Un barrio oculto no centro, perteneciente a la iniciativa A cidade dos barrios, impulsada por el Colexio de Arquitectos de Galicia (COAG). En palabras de la coordinadora del equipo responsable de estudiar el área de influencia de Pescadería, Concepción García, su reflexión ha girado en torno a un "concepto dual": el centro de la ciudad como un lugar en el que se mezclan lo local y lo globalizado.

De la "tensión" que se establece entre lo más cercano y lo universal, entre el mesón de la esquina y el McDonald's, como señala Concepción García, surge también el deseo de analizar el presente del barrio de Pescadería, sin caer en la evolución que pueda haber experimentado durante los últimos años, y que, por otro lado, depende del punto de vista desde el que se mire. Para unos apenas se ha modificado la morfología del centro; otros suspiran por el pasado más reciente. Ese no ha sido, sin embargo, el propósito del trabajo.

Concepción García, quien ejerce como portavoz del Grupo Pescadería20, responsable del proyecto, subraya que la gran riqueza del barrio histórico de la ciudad reside precisamente en los usos que se han consolidado durante las últimas décadas y los que subsisten desde hace más tiempo. "Hay muchos tejidos superpuestos", resume.

El hecho de que Pescadería se convirtiera en el núcleo de la actividad administrativa oficial de A Coruña desde un primerísimo momento con la instalación de prácticamente todos los organismos oficiales no ha impedido que también se desarrollaran otras actividades, especialmente la comercial. La llegada de las grandes cadenas de hostelería y la construcción de grandes superficies tampoco han impedido que subsistan los negocios y las costumbres más tradicionales entre aquellos que pueblan este barrio desde hace años. Los residentes históricos son cada vez menos, como reconocen los propios responsables del proyecto, debido a la paulatina llegada de otras personas atraídas por el atractivo de vivir en el centro.

A pesar de ello, y como en la gran mayoría de los lugares analizados por el COAG en la primera fase de la iniciativa A cidade dos barrios, el sentimiento de pertenencia a Pescadería es tan marcado como el que puede existir en Elviña, donde se alcanzan los mayores índices de orgullo entre sus vecinos.

Las conclusiones obtenidas por el Grupo Pescadería20 no podrían haber sido logradas tampoco sin la participación de los propios vecinos, a los que se involucró mediante la realización de entrevistas y la proyección de un documental filmado por los miembros del equipo. Este trabajo se mostró en dos ocasiones a los residentes del barrio de forma más que satisfactoria, según recuerda Concepción García.

En la recopilación de información para el proyecto ayudaron tanto personajes públicos vinculados al movimiento vecinal y a las entidades históricas del barrio como otras personas anónimas. Han sido estos últimos, sin embargo, los que ayudaron en mayor medida al equipo encargado de la elaboración del estudio correspondiente a Pescadería. Los resultados, incluido el documental, fueron presentados ayer en la sede del COAG, pero en breve estarán disponibles también a través de la página web del Grupo Pescadería20 (www.pescaderia20.blogspot.com).

El análisis efectuado en el centro pasará posteriormente a engrosar los resultados globales del proyecto A cidade dos barrios, de la que recientemente se presentaron los datos de la primera fase. En ese capítulo inicial, efectuado sobre catorce de los barrios que conforman la ciudad, ha podido comprobarse cómo más de la mitad de los coruñeses no tienen ni la más mínima intención de cambiar su lugar de residencia. Están profundamente enraizados en Elviña, Monte Alto o Monelos a pesar de las carencias estructurales o de infraestructuras que puedan existir. En el caso de Pescadería, el trabajo es especial. Por eso de tratarse del centro y por eso también de que el término está en "permanente discusión", como recuerda el coordinador de todo el trabajo impulsado por el COAG, Luciano Alfaya. El deseo de los arquitectos en el momento de plantearse el estudio de Pescadería era averiguar el significado del barrio en el conjunto de la ciudad, y más teniendo en cuenta el proceso de "desaparición", o "superación", que se está experimentando en este ámbito de A Coruña. Tras este proceso, según Alfaya, se encuentra la modificación de hábitos y la "llegada de extraños".