La plantilla del Santiago Apóstol afirma no tener noticias del delegado de la Xunta, Diego Calvo, sobre el trasvase de usuarios del centro público de educación especial a centros concertados. Sólo han escuchado de boca del representante autonómico que detrás de las protestas está el "temor de algunos empleados a tener menos vacaciones". Las declaraciones han incrementado el enfado de los trabajadores, que ayer secundaron el día de huelga convocado por el comité. Un centenar de ellos pidieron con una marcha desde el centro en As Xubias hasta Nuevos Ministerios que se aclaren las dudas sobre el futuro del complejo.

El comité de empresa denuncia que en el centro, con capacidad para 200 personas, los 121 usuarios que tenían en septiembre son hoy 112. Señalan que es la propia Xunta la que está ofreciendo a las familias el traslado de los niños o jóvenes a centros concertados y que ha trasladado a complejos privados también a menores tutelados por la Administración.

En tiempos de crisis, comentan, es un "clarísimo malgasto" que el centro esté "infrautilizado" y que hoy esté casi al 50% de su capacidad. Aseguran que la Xunta paga 1.974 euros mensuales por tener a los menores en un centro privado. En Galicia, explican, hay 540 plazas públicas de este tipo y 200 de ellas están en el Santiago Apóstol. No entienden cómo el centro puede estar por debajo de su capacidad cuando la media de espera para poder acceder a una de las vacantes está entre uno y dos años.

La manifestación en el día de huelga estaba encabezada por una pancarta con el lema Por la defensa y futuro del centro Santiago Apóstol. Partió de las instalaciones del centro de educación especial en As Xubias hasta el edificio administrativo de la Xunta en Monelos. Para la plantilla, la Xunta pone "en peligro" la continuidad del centro y denuncia la falta de inversiones de mejora de las infraestructuras, a pesar de lo que los niños se encuentran bien atendidos, según quieren aclarar. "Que dejen de contar mentiras", señaló Ángeles Liste, miembro del comité, en torno a las declaraciones del delegado de la Xunta, en la que atribuyó las demandas de los trabajadores del Santiago Apóstol al "temor de algunos empleados a tener menos vacaciones".

"Esa es la única razón por la que se están manifestando", sentenció Diego Calvo a preguntas de los periodistas. El representante autonómico cree que los trabajadores dependientes de la Consellería de Educación tienen miedo a perder los tres meses de vacaciones si el centro pasa a depender definitivamente a la Consellería de Traballo e Benestar. En estos momentos, ambas consellerías comparten la gestión, puesto que se trata de un centro educativo pero que también ofrece un servicio asistencial.

Calvo asegura que "es falso" que se vaya a cerrar y que la situación real es que los padres prefieren un centro privado en el que atiendan a sus hijos también durante las vacaciones. El delegado reconoce que sí es cierto que haya bajado la matrícula pero que es una tendencia de los últimos años.

Los trabajadores, airados por las declaraciones del delegado, creen "vergonzoso" que Calvo "ridiculice" sus demandas, al convertir su defensa del servicio público en un tema laboral relacionado con las vacaciones. El comité defiende que los niños y los jóvenes pueden estar atendidos durante los meses de verano y que es la propia dirección del centro quien fija unos servicios mínimos en función de los usuarios que tengan previsto quedarse en julio y agosto. Los sindicatos creen que quieren convertir un "grave problema social" en un problema "sólo laboral".