Convencido de que todo proyecto ha de plantearse a medio y largo plazo, el vicerrector de Cultura y Comunicación, Luis Caparrós, confía en la candidatura de la Universidad para desarrollar un campus vivo, habitable y sostenible que se abra a la ciudad.

-Tecnologías para la sustentabilidad económica, social y ambiental. ¿No es un título complejo en comparación con los del resto de candidaturas?

-Es cierto que Campus Vida o Ciudad del Mar -los de Santiago y Vigo- son enunciados más sencillos, y reconozco que le hemos dado muchas vueltas. Había posibilidades de poner algo así como Brintec o Biocampus, pero todos los nombres tenían inconvenientes porque llevarían a un cierto reduccionismo. Por eso decidimos reflejar exactamente los contenidos que tiene el campus, y buscamos algo atractivo y explicativo.

-En la presentación del proyecto señaló que abarca todos los saberes...

-Sí, porque aunque el 40% de las titulaciones son de carácter tecnológico y marcan de una forma sustancial el perfil de la Universidad, queremos que esa fortaleza conforme el eje de un Campus de Excelencia transversal. La idea es que esa tecnología sirva de instrumento para que todas las titulaciones puedan aportar su grano de arena al proyecto.

-El proyecto habla también de dinamizar el entorno de la Universidad y de beneficiar a la ciudad. ¿Cómo lo harán?

-Los campus, en general, son como polígonos industriales, sitios a los que se llega con el coche y se abandonan después de asistir a clase o pasar unas horas en la biblioteca. Por no hablar de los fines de semana, cuando parecen lugares desérticos para botellones o prácticas de conducción. Queremos reordenarlo para que sea un campus vivo con un modelo de crecimiento urbano sin obstáculos de comunicación, como sucede con los grandes viales que complican el acceso a Elviña desde Matogrande. Buscamos algo habitable, no un modelo de urbanismo agresivo.

-¿Habitable?

-En el proyecto definimos habitable como un campus didáctico, donde se aprende también a vivir y a socializar. Un lugar con muchos espacios verdes, donde los coches pasen a ocupar la periferia.

-¿Como el Campus Center anunciado en 2009?

-Exacto, con una gran plaza central, servicios, comedores, tiendas... Un lugar donde la gente pueda quedar y sentirse cómoda. Pero, al mismo tiempo, un sitio que invite a esa ciudad hostil que está fuera a entrar en el campus y tomarlo como referencia. Un campus como modelo de ciudad sostenible.

-Si la Universidad logra convertirse en Campus de Excelencia Internacional, serán necesarias nuevas infraestructuras...

-Los proyectos realmente serios son los que se hacen a medio y largo plazo. Estamos muy acostumbrados, sobre todo en el mundo de la política, a cortos plazos, a que se diferencie entre el presente y las siguientes elecciones. Nosotros tenemos muy claro que tenemos que construir de forma adecuada, razonada y pensando en un desarrollo lógico. Hay ideas que en este momento no son realizables, o al menos no de un día para otro, y no hace falta apelar a la crisis para explicar que el dinero, ahora, vuelve todo más complicado. Lo que es seguro es que los campus de Elviña, A Zapateira, Riazor, Oza y Ferrol, son estructuras ya integradas en el casco urbano y que seguirán creciendo, por lo que tenemos que contemplar también su implicación en el futuro.

-¿Qué hay de la residencia de estudiantes?

-Esperamos que esté lista en el plazo más breve posible, pero en nuestro proyecto se contempla otra área residencial que estaría dentro del Campus Center. Posiblemente no se pueda hacer ni el año que viene ni dentro de dos, precisamente debido a la situación económica en la que estamos metidos de cabeza, pero sí es conveniente saber que hay un espacio pensado para ubicar esa infraestructura, un proyecto, y eso es lo importante.

-Pese a la inversión privada, usted asegura que la Universidad no perderá su filosofía de servicio público.

-La Universidad es un organismo autónomo y nadie va a mediar en nuestras decisiones, de lo contrario desvirtuaríamos el proyecto. Lo que no quiere decir que algunas instituciones tengan que mediar en aspectos como el urbanismo, competencia de los Ayuntamientos. Y lo mismo en las relaciones de transferencia tecnológica, habrá que ver lo que necesitan las empresas y adaptarlo a lo que podemos ofrecer.

-¿Cuál será la mayor dificultad entonces?

-Las dificultades son las que pasamos como país, las de tipo económico que llevan a restricciones precisamente en el capítulo de la enseñanza, de la universidad y de la investigación. Desgraciadamente, los políticos tan sólo hablan de investigación, desarrollo e innovación, I+D+i, en épocas de vacas gordas, y cuando llegan las vacas flacas se recorta empezando por aquí, pese a los grandes resultados que tenemos.

-¿En qué destaca la Universidade da Coruña?

-En la empleabilidad; tenemos una cuota muy alta de estudiantes que terminan su formación y consiguen un trabajo. Estamos cuatro puntos por encima de la media de las universidades españolas en inserción laboral. Y esto es un dato que se valora para la concesión de Campus de Excelencia.

-Tiene buenas expectativas...

-Nuestras expectativas son favorables. Se trata de un proyecto realista que se adapta perfectamente a lo que tenemos y a lo que podemos ofrecer.