Algo se mueve en San Andrés. La difícil situación económica ha propiciado que el mercado inmobiliario se haya ido adaptando paulatinamente a las posibilidades actuales de aquellos que deciden lanzarse a la actividad comercial. Prueba de ello es que recientemente esta emblemática calle de tiendas coruñesa ha visto como se abría un nuevo establecimiento después de cierres ininterrumpidos. El motivo no es otro que la "actualización" que está experimentando el precio de los alquileres en la zona, como explica el presidente del colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de A Coruña, Herminio Carballido.

Hay todavía quienes se resisten a rebajar las rentas de sus locales, pero lo cierto es que la mayoría, según Carballido, ha sabido adaptarse a la situación económica que se atraviesa actualmente y a las posibilidades de los arrendatarios. Es un modo de obtener unos ingresos, a pesar de que implique disminuir considerablemente las cifras que hasta hace unos años se abonaban mensualmente por un bajo en San Andrés. Para contentar a las dos partes, se han establecido fórmulas que las beneficien a ambas, según confiesa Carballido.

Partiendo de la base de que la crisis se superará algún día, los propietarios de locales comerciales han introducido cláusulas en los nuevos contratos de alquiler de forma que en los próximos años el importe esté acorde al contexto económico. A medida que la situación vaya mejorando, indica Herminio Carballido, el alquiler se irá incrementando también de manera lineal. Esta solución, según el presidente de los agentes de la propiedad coruñeses, facilitará que en los próximos meses abran otros tres nuevos establecimientos en los bajos de la calle San Andrés.

La fórmula se ha extendido también a aquellos cuyos bajos ya están ocupados y no buscan nuevos inquilinos. Como reflexiona Carballido los propietarios prefieren acceder a las peticiones de sus actuales clientes, a los que ya conocen, y rebajar las rentas antes que arriesgarse a perderlos y tener el bajo desocupado. Esta suerte no la tuvieron los responsables del Café Universal, que el pasado mes de julio cerró sus puertas definitivamente después de que no pudieran seguir haciendo frente a la cuantía del alquiler.

Sin embargo, todavía hay quienes se resisten a adaptarse o actualizarse a las condiciones del mercado inmobiliario actual, según reconoce el presidente del colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de A Coruña. Por muy dura que sea la crisis o por muy difícil que sea encontrar en estos momentos al alguien dispuesto a pagar por un bajo lo que se pagaba hace escasamente dos años, hay propietarios que no tienen ni la más mínima intención de disminuir el importe de las rentas que piden por sus locales de San Andrés, aun a riesgo de que permanezcan vacíos durante los próximos años. Les da igual.