Cuando algunos cómicos actuales se creen que el monólogo es un invento moderno —formato importado de los EEUU, donde se le denomina stand up comedy—, probablemente no sepan que en Galicia la tradición del relato humorístico tiene siglos de historia, y que ha dado figuras tan recordadas dentro de la memoria colectiva como O Xestal.

Y pese a que el festival de comedia que se va a celebrar la semana próxima en el Fórum Metropolitano se denomine Monólogos no Fórum, los cuatro destacados artistas gallegos que en él participan —Cándido Pazó, Oswaldo Digón, Carlos Blanco y Víctor Grande— reconocen su deuda con los antiguos contacontos.

"Yo trabajo con las palabras —explica Cándido Pazó—, y como muchos gallegos, estoy en una situación híbrida entre el stand up y la narración de cuentos. Somos un territorio de intersección". Oswaldo Digón se muestra de acuerdo con el juicio del dramaturgo vigués, a quien incluso cita como referencia: "Nuestro principal referente son los contacontos, porque venimos también de la literatura oral. Pese a hacer stand up, mis historias siempre tienen planteamiento, nudo y desenlace".

Víctor Grande se aleja un poco de esta concepción, pese a reconocer la enorme influencia de artistas gallegos como Quico Cadaval o los propios Pazó y Digón, y apuesta por un formato más ortodoxo. "Admiro a los clásicos, como Gila, que es el precursor del stand up en España —afirma Grande— y sigo a los grandes cómicos estadounidenses, como Chris Rock y los fallecidos George Carlin y Bill Hicks".

Y como tercera vía, de acuerdo con todos pero totalmente por libre, está Carlos Blanco, cuyo concepto de comedia tiene más que ver con la libertad del jazz que con esquemas teatrales: "Yo me dejo llevar, no soy como Candi, que es un estudioso. Pero Gila siempre está ahí, y en Galicia hemos tenido a gente tan extraordinaria como O Xestal. Pero no son una influencia, porque lo que yo hago es una cuestión natural". Esa misma naturalidad es la que lleva a Blanco a enfrentarse ante su audiencia sin tener ni idea de lo que va decir. "Lo decido en el momento, en función del público. No lo sé explicar. Cojo de aquí y de allá —cuenta el humorista—, no tengo un monólogo memorizado. Le echo mucho morro, que eso también es un talento".

Como Carlos Blanco no hay más que uno, sus compañeros de cartel no llegarán al escenario del Fórum dispuestos a jugársela. Cándido Pazó no tiene decidido su repertorio, aunque, como acostumbra a hacer en sus espectáculos, jugará con la memoria y la evocación, mezclándola con la realidad. Por su parte, Oswaldo Digón presentará su nuevo número, el del medio de una trilogía que le llevará a ser, según sus propias palabras, "el Ken Follet coruñés", y en el que relatará su adolescencia. Víctor Grande hablará de fumadores e interpretará canciones con su guitarra.