Durante una noche, pocas fueron las diferencias entre Hollywood y Labañou, porque el centro social del popular barrio coruñés ejerció de improvisado Teatro Kodak —el legendario recinto que acoge todos los años la ceremonia de los Oscar— y fue el marco en el que se celebró el estreno del cortometraje Koruño, legado de Hércules.

La premiere contó con toda la pompa y el boato que se espera de una gran producción; no faltó ni un fornido portero, ni una alfombra roja, ni una zona reservada en la que los responsables de la película atendieron a los numerosos medios que acudieron a cubrir el evento. Pese al ambiente festivo reinante, la directora del filme, Erika Esmorís —que compartió la tarea con Daniel López, ausente en la celebración—, era incapaz de disimular su nerviosismo en la puerta del auditorio.

Un auditorio que se quedó pequeño, y en el que muchos espectadores se vieron obligados a seguir la gala y la proyección de Koruño, legado de Hércules de pie. Una vez acomodado todo el público, salió a escena el presentador, que contó con la colaboración de El Chino, curioso personaje que se ocupó de traducir sus palabras al koruño.

Esta traducción simultánea, con el mismo tono humorístico que llevó al corto a ser un éxito en las redes sociales meses antes de su estreno, aclaró al público que Hércules era un "pavo" de Monte Alto que tuvo una "bulla" con un tal Gerión, y que, tras "tumbarlo", le puso una torre encima para que no se le ocurriera levantarse.

La concejal de Servicios Sociales, Silvia Longueira, que contó con la colaboración de El Chino —que no dejó de loar la belleza y la elocuencia de la edil—, agradeció en su intervención la participación de todos los que hicieron posible la realización de la pieza, que se rodó dentro del proyecto municipal Socialcine 2010.

Tras las palabras de Longueira, los artífices de la película se repartieron tres premios, para los directores, los actores y el resto del personal que participó en Koruño, legado de Hércules. Estos galardones, con forma de carteles de calles de la ciudad, fueron entregados por los humoristas Pedro Brandariz —que sugirió resituar la Torre de Hércules sobre la fuente de Las Pajaritas—, Gari —oriundo de la Sagrada Familia, que explicó como origen del koruño la necesidad de crear un código propio que no comprendieran madres, profesores y policías— y el músico Víctor Grande.

Tras esta cómica presentación, el público pudo disfrutar por fin del ansiado cortometraje, de cuarenta minutos de duración, que incluye la colaboración del ex entrenador de fútbol Arsenio Iglesias.