La estructura, la cubierta, la fachada, la cimentación y la instalación, tanto eléctrica como de saneamiento y fontanería, son los aspectos que analizan los arquitectos técnicos y aparejadores que se encargan de realizar la Inspección Técnica de Edificios (ITE) ordenada, año tras año, por el Ayuntamiento. Aunque durante los últimos 24 meses sólo fue calificado como desfavorable el 7,3% de los informes realizados en la ciudad, sus redactores advierten que los inmuebles "no están tan bien como pintan", puesto que existe una especie de PreITE en la que el profesional revisa la vivienda, asesora al propietario sobre los detalles que debe reformar y, un año después, ejecuta el documento que posteriormente será entregado en las dependencias municipales.

La Ciudad Vieja se lleva la palma en lo que a deficiencias inmobiliarias se refiere. Según la arquitecta técnica María Montes, que se encarga de muchas de las inspecciones que año tras año se realizan en los edificios de la ciudad, "la estructura de madera propia de edificios antiguos como los del casco histórico se encuentra en un estado desfavorable". Además, el problema se acrecienta si se tiene en cuenta, explica la profesional, que la conservación de este tipo de inmuebles "requiere un gran esfuerzo" debido, principalmente, a que sus propietarios son personas mayores o bien arrendadores "que cobran alquileres muy bajos y no pueden permitirse una gran inversión".

Otra de las zonas de la ciudad en las que Montes se ha encontrado viviendas en peor estado es la calle Real, en cuya estampa destacan las redes y andamios que cubren diferentes fachadas haciendo pensar a la gente, apunta la arquitecta, "que todo el mundo se ha puesto de acuerdo para arreglar su casa".

La seguridad de los propios inmuebles, de las personas que viven en ellos e incluso de quienes pasean por las inmediaciones de los mismos es, lejos de su estética, la razón de ser de la Inspección Técnica de Edificios, una especie de ITV inmobiliaria en la que si un profesional encuentra algo defectuoso o en mal estado, ordena su reparación. "En estos casos es una ventaja que los dueños de las viviendas tengan un año desde que el Ayuntamiento les avisa de que deben pasar la inspección, porque tienen tiempo para reparar las deficiencias y, después, entregar un informe favorable", explica Montes; "si tienes mal las ruedas del coche las cambias antes de pasar la ITV, pues con esto igual", añade.

Las principales deficiencias que padecen los edificios coruñeses se encuentran, señala la arquitecta, en las fachadas y las cubiertas. Aunque la pintura, a priori, podría parecer un aspecto meramente estético, Montes insiste en que "es esencial para evitar que la humedad entre en la vivienda" y conservar, en el caso de los tejados, la estanqueidad de las casas. No obstante, subraya que existen algunas instalaciones eléctricas en inmuebles del casco antiguo que "dan miedo".