La Fundación Barrié inaugura esta tarde, a las 20.00 horas la exposición Gonçalo Byrne. Urbanidades, dedicada a la obra del prestigioso arquitecto portugués. La instalación, que se podrá visitar hasta el 3 de abril de 2011, es la primera antología de Byrne que se realiza en España y en ella se muestra al detalle los 14 proyectos más destacados de este creador luso.

La exposición fue presentada ayer por el propio Byrne y por el director de la Barrié, Javier López, quien afirmó que el montaje dedicado al arquitecto portugués guarda puntos en común con la instalación que la institución dedicó a Chipperfield hace unos meses: "Son dos tipos de arquitectura pensadas para personas, no tan espectaculares como otras, pero que tienen en cuenta el entorno urbano".

"La instalación recuerda aspectos como que la arquitectura es una producción de ideas, de conceptos con una autoría —apreció Gonçalo Byrne—. Es una forma de conocimiento que toca la tecnología pero de forma muy transversal".

El arquitecto remarcó que todos sus creaciones tienen una clara voluntad narrativa: "Los 14 proyectos aquí expuestos cuentan una historia. Pretendo que la gente entienda la importancia de las formas como contenedores de vida".

El concepto del vacío arquitectónico como espacio humano tiene tanta importancia dentro de la producción del arquitecto portugués, que uno de los tres temas en los que se divide la instalación se denomina Contenedores de vida. Los otros dos, que también reflejan las constantes creativas de Gonçalo Byrne son Vacíos de la ciudad y Reciclaje.

Urbanidades divide sus 14 proyectos a lo largo de dos plantas del edificio de la Fundación Barrié, y en la exposición se alternan los edificios públicos, como la sede del gobierno de la provincia de Bravante, en Bélgica, con las obras civiles. Aunque todos los proyectos tienen en común la voluntad del autor de integrar los inmuebles en el espacio y reciclar lo preexistente.

El mejor ejemplo es la remodelación y ampliación del Museo nacional de Machado de Castro, en Coimbra. "Es un edificio construido por los romanos en el 60 antes de Cristo —explica Byrne—. Coimbra es una ciudad muy inclinada, y ellos lo convirtieron en plano con un sistema de bóvedas, e instalaron el foro". Tras los romanos, por ahí pasaron visigodos, árabes y mudéjares, y todos dejaron su impronta en el edificio: "Es una sucesión de contemporaneidades, un diálogo con la historia que ahora funciona como museo moderno".

Otro de los proyectos de Urbanidades es el centro de coordinación marítimo del puerto de Lisboa, que consiste en una torre inclinada de la misma altura que la histórica Torre de Belén, para mantener la armonía de la arquitectura de esa zona de la capital portuguesa. "Es un edificio tecnológico, pero muy dinámico —explicó Gonçalo Byrne—. Parece que se puede mover, y que va a irse navegando como un barco. Tiene un componente mitológico y poético".