La intensa helada que cayó sobre la ciudad a primeras horas del día de ayer obligó a intervenir a los bomberos para evitar accidentes debidos a la formación de placas de hielo. Los operarios municipales acudieron a la plaza de Pontevedra, donde el agua congelada sobre la calzada suponía un peligro para los peatones, y vertieron agua mezclada con sal, una actividad que repitieron en la pasarela que cruza la avenida de A Pasaxe a la altura del hospital San Rafael y la que atraviesa Alfonso Molina para comunicar Matogrande con Ponte da Pedra.

Otro de los lugares al que acudieron los bomberos fue la Escuela de Arquitectura Técnica, en el campus de A Zapateira, en cuya entrada el hielo también se había formado. En esta misma zona del municipio, pero en la calle Ginebra, un automóvil se salió de la calzada por la mañana a causa del hielo, aunque sus ocupantes no resultaron lesionados.