"Habría sido mucho peor el remedio que la enfermedad". Esta es la explicación del subdelegado del Gobierno, José Manuel Pose Mesura, para justificar que la Policía Nacional no hiciese nada para impedir que los participantes en la manifestación contra la orden judicial de desalojo de la casa okupa das Atochas, celebrada el sábado sin la preceptiva autorización, causasen daños en tiendas y sucursales financieras de vías como la calle Real, Riego de Agua y San Andrés.

La actuación de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado "estuvo dirigida a preservar y garantizar la seguridad de las numerosas personas que transitaban por las calles del centro histórico coruñés durante el espacio de tiempo que duró la movilización", explicó ayer la Delegación del Ejecutivo a través de un comunicado. "Si la Policía Nacional entra a cargar contra todos los paseantes que había en la calle Real, las consecuencias habrían sido mucho peores", concretó el responsable de la Subdelegación del Gobierno, cuya sede también fue víctima de las pintadas, en declaraciones a Radio Nacional.

Pese a que la movilización no había sido autorizada y que vecinos y comerciantes denunciaron una auténtica "pasividad policial", pose Mesura anunció que "muchos de los participantes han sido perfectamente identificados" y que tendrán su correspondiente sanción administrativa, la cual, aseguró, "les va a doler más que un porrazo".

Uno de los participantes en la protesta reconoció ayer en declaraciones a Radio Coruña que "al final de las manifestaciones siempre se produce un descontrol entre la organización y los activistas"; sin embargo, destacó, los actos vandálicos que se registraron "no representan a la totalidad del colectivo ni al espíritu que lleva a la okupación de la Casa das Atochas". Además, añadió el okupa, "las pinturas utilizadas en las fachadas de comercios y edificios eran al agua y hoy (por ayer) ya no se ven".

El Gobierno local, que recordó hace dos días que el orden público "es competencia de la Policía Nacional" y que los agentes municipales que acompañaron la movilización "sólo estaban para colaborar en lo que ordenasen (los agentes nacionales)", no va a dejar que se olviden los incidentes de la tarde del sábado sin pedir explicaciones. "El alcalde ya ha presentado una queja al delegado del Gobierno", apuntó ayer la portavoz socialista Carmen Marón convencida de que "todas las cuestiones que tengan que ver con desórdenes públicos no pueden quedar impunes".

El concejal de Turismo y Promoción Económica, Henrique Tello comentó ayer en un chat con los lectores de LA OPINIÓN que está "profundamente preocupado" y, aunque admitió entender "que una manifestación así es legítima", destacó que la protesta de los okupas debería "atenerse a los mismos condicionantes legales y cívicos que cualquier otra protesta". "Desde luego que preguntaré por este asunto", añadió el primer teniente de alcalde.

El portavoz del Grupo Popular municipal, Carlos Negreira, también condenó ayer "los lamentables incidentes" derivados de la movilización. "Los coruñeses se han visto amenazados por una marcha de okupas que no contaba con la autorización pertinente y que arrasó con todo lo que encontró a su paso ante la pasividad policial", denunció el candidato del PP a la Alcaldía al tiempo que acusó a Gobierno central y local de "esconderse y pasarse la pelota unos a otros". En el mismo sentido, UPyD Coruña envió ayer un comunicado exigiendo "la comparecencia de los responsables del Ayuntamiento y de la Policía Local y Nacional para dar explicaciones sobre lo sucedido y hacer que se asuman las responsabilidades que correspondan".

Los vecinos y comerciantes del centro de la ciudad no dan crédito a lo sucedido el pasado sábado durante la manifestación ilegal contra el desalojo de la Casa das Atochas, y mucho menos a que los agentes policiales no recibiesen la orden necesaria para pasar de ser meros espectadores a impedir los golpes y pintadas en fachadas y cristales. "No comprendemos los motivos de la falta de actuación que tanto nos preocupa y que afecta a la buena imagen que siempre tuvimos de los policías", subraya la presidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales, María Luisa Varela, al tiempo que exige a las autoridades competentes "que tomen cartas en el asunto tanto en la reparación de los daños causados como en la aclaración de los motivos que llevaron a la deplorable actuación policial".

"El mismo derecho que tienen ellos a manifestarse lo tenemos nosotros a estar tranquilos. Hay que prevenir los actos vandálicos, no sólo dedicarse a limpiar la pintura", denuncia el representante de los comerciantes de Área Obelisco, Antonio Amor. "Aún entendiendo que no procediera una carga policial en calles de gran afluencia por miedo a hacerlo peor, creo que la manifestación no tendría que haber sido tan larga, bastaría con una concentración", explica Amor. La presidenta de la Asociación de Vecinos Ensenada del Orzán, Aure López, critica que "nadie" les haya dado explicaciones sobre lo sucedido y confiesa que "es una pena que una minoría asuste a la gente y rompa todo lo que se encuentra a su paso".

Fuentes del despacho de abogados Laterna, que representa a la inmobiliaria propietaria de la Casa das Atochas, no ven conveniente tomar medidas judiciales "más grandes" contra los okupas después de que lanzaran globos con pintura a la sede de la promotora y critican el procedimiento "no habitual ni correcto" llevado a cabo por la policía.