"El proyecto de As Rañas será un ejemplo para toda España". Así presentó el alcalde, Javier Losada, en octubre de 2007, el plan del Ayuntamiento para reformar las viviendas del poblado situado entre los polígonos de A Grela y Pocomaco. El Ayuntamiento destinó al programa, que tenía un plazo de ejecución de un año y medio, una subvención de 300.000 euros, pero tres años después las obras están paradas y las casas de los residentes en el asentamiento apenas han experimentado cambios.

La empresa constructora contratada por el Ejecutivo municipal dejó sin terminar las obras de algunas viviendas del poblado y tardó dos años en restituir tres casas que derribó. "Las intervenciones que se llevaron a cabo por parte del Concello fueron intermitentes, discontinuas, con una carencia total de organización y planificación necesarias", subraya Arquitectos sen Fronteiras en un informe sobre el asentamiento en el que denuncia que los habitantes de As Rañas nunca participaron en los trabajos, tal y como había prometido Losada.

El alcalde anunció cuando presentó el plan que los residentes en la zona colaborarían en la reforma de sus viviendas porque, de esta forma, aprenderían un oficio. El Ayuntamiento, además, aseguró a finales de 2007 que los habitantes recibirían un diploma que acreditase sus nuevos conocimientos profesionales.

"No se llevó a cabo ningún tipo de capacitación laboral, ni existió participación de las familias a través de la autoconstrucción de las viviendas, que era uno de los dos objetivos principales expuestos por el Concello. Desde el inicio de la intervención no se realizó ninguna actividad asociada a la formación dirigida a la futura inserción laboral de los habitantes del barrio", recalca Arquitectos sen Fronteiras en el estudio que el colectivo realizó sobre As Rañas, donde viven 84 personas distribuidas en 21 núcleos familiares. Todas ellas son descendientes de la matriarca, María Borja Gabarri.

El Ejecutivo municipal encargó en 2007 al arquitecto sevillano Santiago Cirugeda la elaboración del Proyecto de Rehabilitación del asentamiento. Cirugeda también diseñó los módulos para "educar" a los chabolistas de Penamoa que el Concello instaló en el poblado. La Concejalía de Servicios Sociales invirtió en el transporte e instalación de las construcciones 39.672 euros y abonó 28.425 euros por su alquiler. Las casetas se inauguraron sin estar terminadas y apenas se impartieron los cursos que el Ayuntamiento había prometido para favorecer la inserción laboral de los chabolistas.

En As Rañas las ideas del Gobierno local tampoco se llegaron a ejecutar. El Ayuntamiento, además de anunciar que en un año y medio las casas del asentamiento estarían reformadas, aseguró que construiría un muro de contención para resolver "un problema de canalización de aguas pluviales y de limpieza y recuperación del entorno". La pared, según afirman los arquitectos, está a medio construir. "Este muro, con las armaduras vistas, supone un elemento de riesgo para los habitantes del asentamiento. Los trabajos en esta zona quedaron paralizados sin ninguna información por parte del Concello a las familias", afirman los autores del informe, quienes destacan que el Ayuntamiento no explicó a los afectados por qué paralizó las obras en el poblado. Los trabajos, no obstante, deberían de haber concluido hace un año.

El Ejecutivo local detuvo la reforma de una de las viviendas a finales de 2007. Desde entonces, la familia, que reside en ella con cuatro hijos, habita en la casa a medio construir. El hueco de una de las escalera está abierto, con el riesgo que conlleva para los afectados. Los vecinos de As Rañas exigen al Ayuntamiento que cumpla sus promesas y los ayude a rehabilitar sus viviendas e integrarse en la sociedad.