Medio centenar de trabajadores del Centro de Educación Especial Santiago Apóstol recorrieron ayer en coche las calles de la ciudad dentro de lo que definieron como una "caravana fúnebre" para denunciar que la Xunta está jugando al "gato y al ratón" con el futuro del centro, después de que, en su opinión, haya "paralizado" el proceso para que las instalaciones pasen a depender de la Consellería de Educación.

Una de las trabajadoras del centro, Ángeles Liste, subrayó que seguirán "peleando" por la "defensa y continuidad" de un colegio que, en su opinión, se quedará en menos de un mes sin 19 trabajadores por culpa del proceso de "amortización" emprendido por el Gobierno autonómico.

"Seguimos sin saber qué va a ser de nuestro futuro", manifestó ayer Liste, quien también denunció que el tiempo pasa "y todo sigue igual", en referencia a que, en su opinión, la Xunta todavía no les ha proporcionado "ningún tipo de explicación" sobre el futuro del centro de educación especial.

Cuestionada por las reivindicaciones de los trabajadores, Liste comentó que "son muy claras", al mismo tiempo que recordó que desde el centro siguen insistiendo en la "necesidad" de abrir el colegio a las personas mayores de 21 años que sufran algún tipo de discapacidad intelectual.

Esta acción se enmarca en las acordadas por el comité de empresa del centro para presionar al Gobierno gallego por las últimas medidas adoptadas en relación a las instalaciones, y que según los trabajadores no esconden nada más que su privatización.

Para evitar que las consellerías de Educación y Sanidad reduzcan el personal y los servicios que se prestan en el centro, el comité de empresa inició hace meses una campaña de recogida de firmas y de concentraciones ante el edificio administrativo de la Xunta en Monelos. El objetivo principal es evitar que se prescinda de 19 empleados del colegio, tal y como ya ha anunciado el Gobierno autonómico. Los trabajadores denuncian que este tipo de decisiones son la prueba de que la intención es desmantelar las instalaciones, según han denunciado durante los últimos meses.

La Xunta, sin embargo, manifestó que estas bajas programadas entre el personal no suponen despidos, sino que son contratos de carácter temporal que no serán renovados debido a las nuevas características y estructura que adoptará el centro de educación especial Santiago Apóstol en las próximas fechas.