La aceptación por los responsables de Cespa de la mayor parte de las exigencias planteadas por el comité de empresa permitió ayer la desconvocatoria de la huelga indefinida de la limpieza y la recogida de basura que debía comenzar el 2 de enero. Ambas partes expresaron ayer su satisfacción porque se haya evitado una medida de presión que causaría serios trastornos a los ciudadanos, un aspecto que también destacó el alcalde, Javier Losada, tras conocer el acuerdo alcanzado en la segunda jornada de negociación, desarrollada en la sede de la Inspección de Trabajo.

El pacto, que ya fue firmado por los directivos de la empresa y los representantes sindicales, establece la retirada de las sanciones impuestas a medio centenar de trabajadores por pedir la reposición de los equipos de protección individual y del expediente abierto a un miembro del comité de empresa.

Cespa se compromete además a readmitir al presidente del órgano laboral, Miguel Ángel Sánchez, al que despidió el pasado día 13 tras haber denunciado supuestas irregularidades de la empresa en la gestión de ayudas públicas y en el cumplimiento de las condiciones del contrato suscrito con el Ayuntamiento para la prestación del servicio.

Sánchez explicó ayer que el acuerdo recoge aspectos que reclamaban los trabajadores sobre las condiciones de acceso a la empresa, la no discriminación por razones de sexo, los protocolos de situaciones de emergencia, el reglamento de salud y seguridad laboral y la prevención de riesgos laborales. Cespa también se compromete, según el portavoz de los trabajadores, al "cumplimiento estricto del pliego de condiciones" aprobado por el Concello, para lo que se dotará del personal necesario para alcanzar la plantilla exigida en el contrato municipal y empleará toda la maquinaria de limpieza disponible en sus instalaciones.

El comité de empresa retirará algunas de las denuncias presentadas sobre cuestiones en las que se alcanzaron acuerdos y se vio obligado a ceder en asuntos como la limpieza de la ropa de trabajo, que exigía que corriera por cuenta de la compañía. En cuanto a las relaciones con la dirección tras unas semanas de una tensión aguda, Sánchez manifestó: "No son buenas, por no decir que son nefastas". El sindicalista, que llegó a estar acampado delante de la sede de la empresa en A Grela tras su despido, destacó no obstante el papel de la nueva responsable de recursos humanos del grupo Cespa, quien participó ayer en la reunión y se comprometió a mejorar el ambiente laboral.

Para Sánchez, la mayor parte del éxito en la negociación es atribuible, además de a la voluntad de las dos parte de llegar a un acuerdo, a la mediación efectuada por el inspector provincial de Trabajo, Carlos Doménech, así como por la asesora jurídica Isabel López Rey, de quienes dijo que fueron "claves y determinantes".

La empresa manifestó por su parte haber realizado "un gran esfuerzo" para evitar a los ciudadanos las consecuencias de una huelga en la limpieza viaria y en la recogida de basuras, para lo que afirmó haber expuesto "una gran voluntad negociadora". El resultado de esta actitud de Cespa sería la readmisión de Miguel Ángel Sánchez y la retirada de las medidas disciplinarias impuestas a otros trabajadores, así como la aceptación de las reclamaciones del comité en numerosos aspectos de la actividad laboral.

La concesionaria expresó además su deseo de que el acuerdo repercuta en la mejora del servicio que presta en la ciudad "sin menoscabo en los derechos de los trabajadores".

El alcalde valoró que dirección y representantes sindicales "atendiesen" su exigencia de negociar con el fin de evitar la huelga y las molestias que ocasionaría a los coruñeses y, a la vista del acuerdo logrado, calificó de "positivo" que se haya garantizado la prestación del servicio. Para el Gobierno local, "la cordura, la responsabilidad y el diálogo" son las pautas que debían guiar la negociación y que fueron transmitidas por el alcalde a las dos partes al inicio del conflicto.