Siete años de cárcel. Esa es la pena que solicita el fiscal para el acusado de violar a una niña de 14 años con discapacidad psíquica en una fuente situada en las inmediaciones de la estación de autobuses. La Fiscalía sostiene que el sospechoso, que tiene 43 años, abordó a la menor, que estaba en los jardines que rodean la fuente con su hermano, de once años. El imputado, siempre según el relato del representante del Ministerio público, llevó a la víctima tras unos arbustos y abusó de ella.

El procesado, que está en prisión desde que sucedieron los hechos, sobre las 18.15 horas del 4 de septiembre de 2009, ya había sido condenado en el año 2000 a ocho años de prisión por cometer un delito de agresión sexual. El fiscal exige en su escrito de calificación que, además de siete años de cárcel, sea condenado a la prohibición de acercarse a una distancia inferior de 500 metros de la menor y de comunicarse con ella durante quince años. La Fiscalía también pide al magistrado que le imponga el pago de una indemnización de 6.000 euros por el daño moral que causó a la pequeña.

El abogado de la familia de la niña, José Ramón Sierra, solicita al juez que castigue al procesado con ocho años de prisión y con el abono de 7.500 euros a la víctima, así como a la prohibición de aproximarse a ella durante quince años. La acusación particular destaca en su escrito que el imputado le tapó la boca a la menor para impedir que pidiese auxilio.

El hermano de 11 años de la niña relató ante la juez que investigó los hechos que su madre los dejó en la fuente mientras iba al supermercado. En ese momento, siempre según la versión del pequeño, se acercaron dos hombres y una mujer. El afectado aseguró que uno de los individuos se llevó a su hermana tras unos matorrales mientras los otros lo sujetaron y le introdujeron galletas en la boca.

El menor relató que preguntó a sus agresores por la niña y que la mujer le dijo que la dejase porque su amigo iba a acostarse con ella. El pequeño consiguió huir hasta donde estaba su hermana y afirmó que la vio desnuda y que el hombre estaba encima de ella. El niño corrió hasta la estación de autobuses, donde pidió ayuda a uno de los vigilantes de seguridad, que telefoneó a la madre de la víctima. La mujer denunció los hechos y alertó a la policía.

Una patrulla se desplazó hasta la fuente, situada en los jardines de la avenida de Alfonso Molina, entre la estación de autobuses y la gasolinera, y detuvo a los tres acusados, que no opusieron resistencia. La mujer quedó en libertad tras prestar declaración en los juzgados. El otro sospechoso también fue puesto en libertad, ya que ni la acusación pública ni la privada formularon cargos contra él.

El imputado, que es natural de Palas de Rei (Lugo), reconoció ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 5 de A Coruña que el día en el que sucedieron los hechos estaba en la ciudad porque había trabajado en el desmonte de las casetas de la feria del libro, que estaban instaladas en los jardines de Méndez Núñez.

El sospechoso negó conocer a la menor y afirmó que ignoraba que fuese discapacitada psíquica. El individuo subrayó que no hizo "nada" y se proclamó "inocente". El representante del Ministerio fiscal, sin embargo, considera probado que violó a la niña y que sabía que la víctima padecía una minusvalía psíquica.