Hace 35 años, cada español consumía al año 82 kilos de pan, por lo que era uno de los alimentos indispensables en la mesa. En la actualidad, el consumo ha caído hasta los 38 kilos, lo que implica unos 104 gramos diarios, menos de la mitad de lo que aconseja la Organización Mundial de la Salud.

El fuerte descenso en la demanda ha ido sin embargo parejo con una diversificación de sus variedades, ya que hoy en día es posible encontrar en los establecimientos una amplia oferta de tipos de pan. La irrupción de las grandes superficies y de las cadenas de panaderías ha transformado además los hábitos de compra, ya que la fabricación industrial de este producto compite con la calificada como artesana, realizada en hornos de menor tamaño y con un proceso de elaboración tradicional.

Para analizar el impacto de estos factores en la calidad del pan, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) realizó el pasado otoño un estudio en nueve ciudades españolas, cuyos resultados ha hecho públicos ahora y en los que destaca que A Coruña y Bilbao son las localidades que disponen de mejores panaderías tradicionales.

El informe examinó el precio unitario, el peso de la pieza, el precio por kilo, el aroma, el aspecto, el sabor y la textura de una barra común, una integral y una pieza de pan típica de cada zona. En cuanto a los establecimientos, se eligieron hipermercados, supermercados, cadenas de panaderías y tiendas tradicionales. Uno de los resultados obtenidos en esta muestra es que existen diferencias de hasta el 60% en el precio del mismo producto, así como de pesos, mientras que la inmensa mayoría de los panes analizados eran de una calidad aceptable, ya que los defectos apreciados se referían a escaso aroma, corteza poco crujiente o poco sabor.

Sevilla fue calificada como la ciudad con mejor calidad de pan, mientras que el peor se localizó en Madrid, que además es la urbe en la que menos se consume este alimento. También descubrió la OCU que los supermercados e hipermercados son un 60% más baratos que las panaderías tradicionales, aunque la calidad de los productos es mejor en estos últimos establecimientos. El informe aconseja informar sobre el precio del pan por kilo o del peso aproximado de la barra.