El Banco de Alimentos ocupará el local de 170 metros cuadrados que quedará exento de actividad comercial tras la reforma del mercado de Ramón Cabanillas. La institución ya le había pedido hace tiempo un espacio al Ayuntamiento y, finalmente, se lo ha concedido en la plaza de Os Mallos, según fuentes municipales, que detallaron que los miembros de la entidad ya evalúan las condiciones del espacio con arquitectos del Concello. La concejala de Equipamientos, Yoya Neira, aseguró en su visita de este lunes a las obras que el Gobierno local estaba estudiando las posibilidades para entregarle este espacio a una organización no gubernamental o a una entidad sin ánimo de lucro.

El lugar que ocupará el Banco de Alimentos -que se dedica a surtir de comida a las familias desfavorecidas de la ciudad, bajo el amparo de una federación nacional- es el que ahora ocupan los placeros, ya que la entrada del mercado está en obras, tapada con plásticos y con escombro de los antiguos puestos en el centro.

Llega tarde al reparto de espacio la asociación Libera que, ayer, envió un comunicado en el que explicó su propuesta para ocupar este local: una oficina municipal de protección animal, donde se cursarían las denuncias por malos tratos a los animales, las adopciones y se coordinarían las campañas de sensibilización para encontrar un hogar a los animales que han sido abandonados. La dirección de la asociación solicitará una reunión con Neira para explicarle su idea.

El Partido Popular presentó en el pasado pleno municipal preguntas sobre esta obra, que, según la edil de Equipamientos, estará terminada en mayo. Un plazo que el PP considera excesivo, ya que la obra se le prometió a los placeros en 2007, aunque no fue hasta los últimos días de septiembre del año pasado cuando se adjudicó.

El plazo de ejecución, al igual que en 2010, es de cuatro meses, por lo que el grupo de la oposición considera que la obra tendría que estar ya terminada. Si los plazos se cumplen, tal y como anunció Neira, la reforma -que reducirá a menos de la mitad los puestos de venta de la plaza, ya que de los 28 originales mantendrá tan sólo doce- concluirá con un retraso acumulado de cinco meses, ya que tendría que haber finalizado en enero.

El Partido Popular, que considera que el remozamiento del mercado Ramón Cabanillas es un "clásico" de los presupuestos municipales, propone la creación de una comisión de seguimiento para el control de las inversiones "tanto en el plazo de ejecución como de los materiales empleados" para evitar que se pospongan obras durante años, como ha ocurrido con la reforma de la plaza de Os Mallos.

Los concejales del Partido Popular se quejan también de que el Concello no hubiese dado todavía ninguna explicación a los placeros de las razones que habían propiciado el retraso de las obras durante todos estos años de promesas.