La Policía Nacional arrestó ayer sobre las 14.00 horas en el polígono de Pocomaco a un conductor que se dio a la fuga en los accesos a Penamoa. Los agentes de la Unidad de Prevención y Reacción Policial que realizaban un control rutinario en las inmediaciones del asentamiento chabolista dieron el alto al turismo en el que viajaba el detenido junto con otro hombre. El sospechoso, sin embargo, hizo caso omiso de las señales de los funcionarios y aceleró la marcha.

El acusado condujo sin respetar las normas de circulación y a una velocidad excesiva por Novo Mesoiro hasta que los miembros del 091 lograron interceptar el coche en el polígono de Pocomaco. Los ocupantes del turismo trataron de huir de los policías escondiéndose en un callejón cercano a la gasolinera, pero los funcionarios los descubrieron. Los agentes identificaron a los sospechosos y registraron el vehículo en el que viajaban porque intuían que podía haber sustancias estupefacientes en su interior. Los policías incluso utilizaron perros especializados en detectar drogas para inspeccionar el coche y algunos descampados ubicados en el trayecto que realizaron, pero los canes tampoco hallaron restos de productos ilegales.

Los policías, por tanto, dejaron en libertad al copiloto del turismo y detuvieron al conductor como presunto autor de un delito contra la seguridad del tráfico, ya que durante la huida incumplió las normas de circulación. El imputado prestó declaración en dependencias policiales y luego fue puesto a disposición del juzgado que esta semana ejerce las funciones de guardia.

El Código Penal establece castigos de entre seis meses y dos años de cárcel para los conductores que piloten "con temeridad manifiesta" y pongan "en peligro la integridad de las personas". La normativa, además, establece condenas de entre uno y seis años de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores para los autores de este tipo de delito.