"Nunca los comerciantes se han sentido tan solos y desamparados por las autoridades municipales como lo están ahora", afirman los historiadores José Manuel Fernández Caamaño y Jesús María Reiriz Rey, autores del libro La Coruña en nuestra alma colectiva, editado por Unión Coruñesa con el objetivo de recorrer el pasado del pequeño comercio, desde sus orígenes hasta el impulso definitivo que vivió en 1964 con la puesta en marcha del primer polígono: el parque industrial de A Grela.

La refinería de Bens, Coca-Cola o Estrella Galicia son tres de los referentes de la ciudad que todavía están presentes en la vida diaria de los coruñeses. Sin embargo, el libro recuerda aquellos bares de barrio -como el café Galicia, desaparecido en 1979 en el número 28 del Cantón Grande; el Otero, que dejó el año pasado de ofrecer su tapa de calamares en la calle Olmos; o Casa Enrique, que dijo adiós en junio de 2006 en el número 1 de la calle Compostela-, pero también los primeros grandes almacenes, como El Pote, que empezó como tienda de ferretería en 1930 pero que con el paso de los años fue mucho más: artículos de caza, cristal, recambios para coches...

Los responsables de La Coruña en nuestra alma colectiva tienen claro que los pequeños y medianos comerciantes necesitan el apoyo de las instituciones públicas. El sector, que se manifestó contra el Ayuntamiento por primera vez el pasado mes de noviembre, denuncia que en A Coruña se apuesta por las grandes superficies. Los autores están de acuerdo con esta tesis: "Es indudable que tiene un exceso de edificación comercial alejada del centro y sobre todo son firmas foráneas, en su mayor parte, las que hacen un flaco favor a la propia ciudad, ya que sus beneficios no los reinvierten en ella, como acontece con el comercio tradicional", afirman en el prólogo del libro.

El presidente de Unión Coruñesa, Carlos Marcos, comparte la opinión de ambos expertos: "La proliferación alocada de grandes superficies comerciales en la ciudad ha roto el equilibrio necesario para la convivencia razonable del comercio tradicional y el moderno". La Coruña en nuestra alma colectiva, el sexto número de la Colección de Café que edita este partido, se presentará al público el próximo 3 de marzo, a las 20.30 horas, en la Fundación Caixa Galicia.

La historia del pequeño comercio coruñés y su paulatina desaparición es también la historia de los cines de toda la vida. En Galicia, la primera sesión fue el 2 de septiembre de 1896 en el Circo Coruñés, ubicado en La Marina. Desde entonces, decenas de salas han abierto y cerrado. En esta nueva publicación se homenajea a cines como el Equitativa (1949-2006), en la plaza de Vigo, donde ahora se encuentra el registro civil; Doré (1920-1969) en Juan Flórez; Savoy (1941-1997) en el Cantón Grande; Riazor (1965-1998), en la avenida de Rubine; París, que cerró en 1991 en el 8 de la calle Real y que ahora es una tienda de ropa y complementos; Chaplin (1984-2005), en el 278 de la ronda de Outeiro; y Tom y Jerry (1987-1997), en el número 115 de San Andrés.

La desaparición de la fábrica de tejidos

La fábrica de hilados y tejidos, situada en Juan Flórez, fue desmantelada en octubre de 1964. En la imagen se observan las obras de derrumbe de las instalaciones, que se estrenaron en 1872. En 1889 un incendio las redujo a cenizas y fueron reconstruidas en 1891.

La refinería, en unos terrenos despoblados

La refinería la inauguró Francisco Franco el 11 de septiembre de 1964. Los terrenos, entonces, se encontraban en un área prácticamente despoblada. Las obras se iniciaron en julio de 1962 y en ellas trabajaron una media de 1.750 personas.

Una producción de mil pares de zapatos al día

La fábrica de calzado Ángel Senra, fundada en 1909, estaba dotada con los adelantos tecnológicos de la época y alcanzó una producción de hasta mil pares diarios que distribuía por España. Las instalaciones se ubicaban en la calle Ramón Menéndez Pidal, cerca de la estación de ferrocarril.

Distribuidor de alimentos para las tiendas

Almacenes Aurelio Ruenes tenía su sede en la plaza de Galicia y ofrecía a sus clientes todo tipo de productos alimenticios, tanto a granel como envasados. Durante muchos años el almacén fue un referente para las tiendas de comestibles que había en todos los barrios de la ciudad.

Estrella se traslada de Cuatro Caminos a A Grela

Las necesidades de producción obligaron a los hermanos Rivera Riguera, nietos del fundador de Estrella Galicia, a trasladar la fábrica de Cuatro Caminos al polígono de A Grela. El 30 de noviembre de 1972 se efectuó la primera cocción en las nuevas instalaciones.

Barros, un referente de 1943 a 2010

La primera tienda de Barros abrió en la calle Bailén en 1943. En ella se ofrecían artículos de marroquinería. En los años 50 inaugura un establecimiento en la calle Real y la firma se convierte en un referente en la ciudad, por lo que abre más tiendas. Barros cierra todos los locales en 2010.