Un grupo de personas disfrazadas sorprendió ayer a los clientes y empleados que se encontraban en un supermercado de la calle Orillamar. Alrededor de ocho personas entraron en el establecimiento cubiertos con máscaras y comenzaron a llenar los cestos con productos que se pueden encontrar en las estanterías, entre ellos un gran número de bebidas alcohólicas.

Sin descubrirse el rostro en ningún momento, estas personas enfilaron la salida del supermercado sin pasar previamente por caja para pagar todo aquello que habían cogido previamente. Al mismo tiempo que abandonaban el local ante la mirada sorprendida de los empleados y los clientes que entonces se encontraban en el interior, estas personas arrojaron octavillas en las que podían leerse referencias a Robin Hood y críticas al sistema capitalistas. El grupo de personas, según los testigos presenciales, se fueron de la zona en dirección a la calle San Juan.