La contestación a las 61 alegaciones presentadas por los vecinos de As Rañas contra la valoración económica que el Ayuntamiento hizo de los terrenos que serán expropiados para la construcción del enlace de la tercera ronda continúa pendiente, pero con novedades. La responsable municipal de Urbanismo, Obdulia Taboadela, reconoció ayer "la posibilidad de que las propiedades estén infravaloradas" y anunció que, por tanto, el Gobierno local no descarta que puedan adquirir "un valor superior" al establecido en las actas enviadas a los afectados por el tramo autonómico de la circunvalación. Mientras, en As Rañas, decenas de familias desean terminar "de una vez por todas" con los problemas generados por el proyecto de una carretera anunciada en 1998, aunque tienen claro que no aceptarán "un precio injusto" como el que, consideran, les ofrecen desde María Pita.

"Es posible que alguna de las propiedades valga más de lo establecido en las valoraciones, estamos estudiando las alegaciones para comprobarlo", admitió Taboadela. No obstante, subrayó, "los ayuntamientos suelen pagar menos que otras administraciones cuando expropian, y la del Gobierno central es de las que más paga". En este caso, el Ayuntamiento ha tasado en 8,98 euros el metro cuadrado frente a los 33 abonados por el Ministerio de Fomento a los afectados por el trazado de la AC-14 -el tramo de la tercera ronda que discurre desde Pocomaco a la A-6-.

Cabe indicar además, y así lo hacen los vecinos de As Rañas, que esos mismos 33 euros por metro cuadrado fueron los que recibieron los dueños de bienes emplazados en los laterales del tramo estatal, fruto de un convenio entre el Concello y el ministerio por tratarse de parcelas que pasaban a ser de titularidad municipal pero que tramitaría Fomento "de paso", recuerdan los afectados, que lo hacía con los terrenos de la AC-14.

"Aunque nos parece injusto no recibir ni una cuarta parte de lo que se les dio a quienes vivían al otro lado de la carretera, ni siquiera pedimos la tasación que hizo el Gobierno central en aquel momento", señala la vecina de As Rañas María José Varela. "Lo que queremos es justicia y que, al menos, se tenga en cuenta el valor que diferentes técnicos y arquitectos han dado a nuestros terrenos", añade con las manos puestas sobre los planos de la zona. "Lo que falta en María Pita no es dinero, son escrúpulos", apostilla el vecino Antonio Piñón.

Con el objetivo de hacerse entender, los vecinos muestran las actas que recibieron del Ayuntamiento y los planos que llevan años observando. En concreto, a los dueños de una casa de 119 metros cuadrados, a los que hay que sumar otros 707 de terreno, los elementos emplazados en el exterior de la vivienda y un 5% de afección -por ley-, el Ayuntamiento le ofrece un total de 138.368 euros. La cantidad que los afectados piden, aconsejados por técnicos y arquitectos, es de 345.873 euros, una cuantía que les parece "lo más justo y legal por perder toda una vida y el patrimonio familiar".

La concejal de Urbanismo remarcó que un ayuntamiento no puede pagar lo mismo que el Gobierno central, pero los propietarios de los terrenos que darán lugar al enlace de la tercera ronda no piden los cerca de 600.000 euros que, dicen, "fueron abonados por Fomento, gracias al acuerdo con el Ejecutivo local, por los mismos terrenos", sino una cantidad que consideran "justa y tirando por lo bajo".

A la espera de recibir una respuesta a sus alegaciones, los ciudadanos de As Rañas tienen claro que si el Concello no es "justo" con las indemnizaciones harán todo lo legalmente posible por conseguir lo que, entienden, merecen sus propiedades. "No dudaremos en movilizarnos para que la gente sepa lo que está pasando; As Rañas también forma parte de A Coruña", sentencian.

Primero eran siete casas y decenas de fincas y ahora, tras la propuesta presentada por los propios afectados a la Xunta pese a ser el Ayuntamiento, dicen, "el que se colgó la medalla", las viviendas expropiadas en As Rañas para construir el enlace de la tercera ronda se quedan en dos. "Desde hace más de doce años todo son cambios de opinión, así no se puede vivir", denuncian los vecinos del núcleo rural, que ya quedan a diario para revisar los planos, comprobar si el Ayuntamiento ha respondido a sus alegaciones y meditar sobre cuáles serán sus próximos pasos para demandar "justicia". Sin embargo, cuando pensaban que las cosas "ya no podían ir a peor", estos ciudadanos reconocen tener "miedo a lo que pasará" cuando se ejecute el enlace programado para unir el polígono industrial de Vío, próximo al de Pocomaco, con la circunvalación a su paso por As Rañas.

"Cuando Fomento hizo la AC-14 amenazó con expropiar a una vecina de Mesoiro que no paró de luchar hasta que al final pudo conservar su casa y, ahora, con el tramo autonómico, se la quita el Ayuntamiento" explica la abogada María José Varela, que reside junto a su familia en As Rañas, convencida de que sucederá "lo mismo" cuando se ponga en marcha la construcción de la conexión con el futuro polígono industrial.

Tras presentar un total de 61 alegaciones contra la valoración económica realizada por el Ayuntamiento para indemnizar a los afectados por las expropiaciones y esperar todavía una respuesta al respecto, los vecinos barajan la opción de solicitar la "paralización de las obras por la ausencia de reserva viaria en los planos de la zona". Según Varela, en el Plan General de Ordenación Municipal no consta el enlace autonómico en su totalidad, por lo que "sería lógico que primero realicen una modificación puntual de suelo para la reserva", al igual que, recuerda, sucedió cuando se construyó Ikea. "En aquel momento subieron el trazado de la circunvalación y realizaron las modificaciones oportunas, por lo que entendemos que ahora deberían hacer lo mismo", explica la vecina.