El aparcamiento de Matogrande casi ha duplicado su número de usuarios. El pobre balance de los primeros meses se ha convertido en una evolución favorable desde que la Empresa Municipal de Vivenda (Emvsa) alquiló la gestión a una empresa privada. Según los responsables de la entidad, las medidas contra la doble fila y el aparcamiento en las aceras en el barrio han contribuido a aumentar las cifras del estacionamiento, el segundo más barato de la ciudad.

El director general de Emvsa, Jaime Castiñeira se manifiesta esperanzado por cómo están evolucionando los datos. En el primer año, "muy escaso", sólo entraban en el complejo unos cuatro o cinco mil vehículos al mes. Ahora la cifra apunta hacia los 12.000. "Y se tiene que volver a duplicar", señala.

La primera gran obra de infraestructura de Emvsa se atragantó, lo que obligó a traspasar a la iniciativa privada su explotación. Así lo recuerda Castiñeira, que justifica que tenían el compromiso de vecinos y empresarios para adquirir unas doscientas plazas. "Finalmente solo compraron 75", relata el director general, lo que descuadró el plan de viabilidad: "Eran dos millones menos de diferencia sobre los ingresos previstos".

A esa circunstancia se añadió que las plazas de rotación, unas 400, tuvieron una respuesta "muy escasa". Y es que, justifica, "todo aparcamiento se consolida en tres o cuatro años". "No solo importa el precio, importa el hábito", añade.

Aunque la intención inicial de la empresa municipal no era tal, decidió alquilar la explotación del estacionamiento, que sigue siendo propiedad de Emvsa, una renta que quiso cobrar por anticipado "para hacer frente a la amortización de la deuda financiera" correspondiente al dinero que requirió para abordar la obra.

"Teníamos dos opciones y esta nos permitió poder emprender más obras como el parking de Sagrada Familia", señala. Únicamente una empresa se presentó al concurso para encargarse de la gestión, Aparcamientos Cuatro Caminos, que finalmente realiza esa labor como Aparcamientos Tres Esquinas.

"También pusieron los bolardos en las aceras para que la gente no aparcase mal", comenta Castiñeira como factor definitivo para el cambio de rumbo. El director general espera que el impulso final sea la apertura del complejo deportivo, a finales del mes de abril. "Ahora hasta parece que el parking está en obras".