La apertura de un nuevo centro de día para enfermos de alzheimer en el Barrio de las Flores, gestionado por la asociación Afaco, fue acogida inicialmente con satisfacción por los vecinos de la zona, ya que proporciona un servicio indispensable para muchas familias. Pero tras la puesta en marcha de las instalaciones el pasado 14 de febrero, los residentes en la calle Petunias se encuentran con la sorpresa de que la plaza en la que se ubican se ve invadida a diario por vehículos, a pesar de que se trata de un espacio peatonal.

Los problemas de movilidad que padecen muchas de las personas que acuden al centro a diario llevan a sus familiares a transportarlos en sus propios automóviles hasta la misma puerta del edificio, para lo que acceden a la plaza mediante una rampa recientemente instalada. El Ayuntamiento colocó además en la zona una señal que prohíbe el paso de todos los vehículos, excepto los que se dirigen al recinto asistencial, aunque no se percató, como señalan los residentes, de que para llegar hasta el mismo deben pasar a corta distancia del portal de un bloque de viviendas, así como de un pilar que lo sustenta.

El riesgo que según los afectados supone el tránsito de los coches tan próximos al inmueble animó el pasado miércoles por la tarde a un vecino a plantarse sobre la rampa e impedir el paso de los familiares de los enfermos. El altercado que se originó a causa de su actitud hizo necesaria la presencia de la Policía Local, que envió al lugar a varias dotaciones de agentes, aunque finalmente no se produjeron incidentes.

El anuncio de que ayer se repetiría la protesta llevó a las autoridades a desplazar a la calle Petunias una patrulla con carácter preventivo, aunque los vecinos congregados únicamente exhibieron pancartas en las que se exigía al Ayuntamiento una solución al problema.

Los afectados quieren dejar patente que no se muestran contrarios a la actividad del centro de día ni a que un vehículo de transporte colectivo acceda a la plaza, sino al trasiego de automóviles que se origina a primera hora de la mañana y a última de la tarde, en coincidencia con la llegada y recogida de los pacientes, ya que temen que se produzca un atropello.