El tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial condenó a cuatro años de cárcel a la mujer que organizó diez bodas de conveniencia entre paquistaníes y gallegas junto a su marido, al que impuso tres años y medio de prisión. La Fiscalía solicitaba que cada uno de los miembros de la pareja fuese condenado a 14 años de cárcel, pero el abogado de los procesados, José Ramón Sierra, llegó a un acuerdo con la acusación pública sobre la rebaja de la pena.

Los sospechosos reconocieron los hechos que les imputaba el fiscal en su escrito de calificación y la presidenta del tribunal dictó sentencia oral en la sala. El representante del Ministerio público sostiene en su informe sobre los hechos que los condenados programaron los enlaces junto con otra pareja, pero no formuló acusación contra ella porque está en paradero desconocido. Los imputados, según el relato de la Fiscalía, contactaban con los extranjeros y les ofrecían, a cambio de dinero, la tarjeta de residencia en España de una forma "rápida y sencilla".

Los procesados constituyeron una sociedad cuya sede social era un bar situado en la calle Francisco Catoira, en Os Mallos, que estaba regentado por los sospechosos que están en búsqueda y captura. Los paquistaníes que contrataban los servicios de los acusados ingresaban el dinero en una cuenta a nombre de la entidad. Los condenados, según el escrito de calificación, escogían a mujeres "de ambientes marginales" que estaban en situación de "vulnerabilidad y necesidad" para ofrecerles dinero a cambio de que contrajesen matrimonio con los extranjeros. Una de las jóvenes que participó en una farsa era menor de edad, ya que tenía 16 años.

De las diez bodas de conveniencia que se celebraron, cuatro se realizaron en la iglesia parroquial de Guísamo. "En todos los casos los acusados consiguieron engañar a los párrocos, que creían que estaban oficiando matrimonios válidos, aprovechándose de su avanzada edad -en especial de la del de Guísamo- y de sus dificultades de visión", subraya el representante del Ministerio público en su informe, en el que considera probado que los novios no se conocían y que carecían de voluntad de "convivir o mantener cualquier tipo de vínculo o relación propia del matrimonio".

El fiscal subraya que la única finalidad de los enlaces era "conseguir permanecer legalmente en España", por lo que los implicados burlaron las normas de extranjería. Las bodas se celebraron entre el 27 de marzo y el 12 de noviembre de 2008 en la iglesia de San Rosendo, situada en la zona de la Sagrada Familia, y en las parroquias de Guísamo, Sigrás y Vilaboa.