Los padres de un bebé han sido condenados a 6 años y 10 meses de prisión por maltratarlo de manera continuada desde fechas cercanas a su nacimiento. El pequeño llegó a ingresar en un centro hospitalario con varias fracturas en piernas y brazos, por lo que tuvo que permanecer ingresado durante dos semanas. En el tiempo que pasó en el hospital, el recién nacido carecía de la alimentación y los cuidados necesarios, de acuerdo a la sentencia. Finalmente, el menor fue declarado en situación de desamparo, de modo que la Xunta asumió su tutela en perjuicio de sus padres, con domicilio en la localidad de Cee.

La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 4 considera probado que los padres son responsables de un delito de maltrato en el ámbito familiar, uno de lesiones y un tercero de abandono. La juez señala en su argumentación que las explicaciones aportadas por los progenitores sobre las lesiones de su hijo durante la vista que se celebró en el mes de enero son "evasivas y contradictorias". En aquella ocasión, el padre había declarado ante el tribunal que una de las fracturas en el brazo se la había producido al impedir que el pequeño se cayese de la cama.

La sentencia, sin embargo, desatiende estas explicaciones basándose en los informes y las comparecencias de los peritos y los médicos que atendieron al bebé cuando ingresó en el hospital. "La cantidad de fracturas permite inferir más probablemente un dolo directo de menoscabar la integridad física del menor", indica la magistrada en el escrito de condena. Cuando el pequeño ingresó en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), los médicos identificaron en el pequeño las siguientes lesiones: una fractura en el fémur izquierdo, otra en el derecho, una tercera en la tibia, tenía roto el húmero derecho y presentaba varios hematomas en la espalda y el tronco. "El parte hospitalario es alarmante y llamativo dada la cantidad de fracturas en diferentes estadios que se le aprecian al menor", concluye la juez en la sentencia sobre las heridas que presentaba el pequeño cuando lo trasladaron hasta el hospital de la ciudad.

Las conclusiones de la magistrada desmontan también el supuesto de que todas y cada una de estas fracturas se produjeron como consecuencia de la caída desde la cama apuntada por el padre. De acuerdo a la declaración de uno de los forenses durante la vista, las lesiones presentaban "diferentes estadios evolutivos", de modo que era imposible que correspondieran a un mismo accidente. "No se encontró que el bebé padeciera ninguna enfermedad, el niño era sano y no se producen fracturas espontáneas, por lo que el origen solo puede ser traumático", añade la magistrada en la sentencia en base a los informes periciales.

Por todo ello, la condena señala que se produjeron tres delitos de maltrato en el ámbito familiar, por los que le impone a los padres la pena de un dos años y diez meses de prisión. Además, les imputa otro de lesiones por el que tendrán que permanecer en la cárcel tres años y ocho meses. Por último, la falta de atenciones prestada por los progenitores durante el tiempo en que el bebé permaneció ingresado en el hospital hará que sumen cuatro meses de prisión más a la condena. La magistrada también señala que los padres deberán indemnizar a su hijo con 5.825 euros como parte de la compensación que debe recibir por las lesiones que le causaron en el año 2009.